Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Beneficios de los Acidos Grasos Omega 3 en Pasiquiatría

Beneficios de los Acidos Grasos Omega 3 en Pasiquiatría

  • TITULO : Beneficios de los Acidos Grasos Omega 3 en Pasiquiatría
  • AUTOR : Bozzatello P, Brignolo E, de Grandi E, Bellino S
  • TITULO ORIGINAL : Supplementation With Omega-3 Fatty Acids in Psychiatric Disorders: A Review of Literature Data
  • CITA : Journal of Clinical Medicine 5(8), Jul 2016
  • MICRO : Existe un interés creciente acerca del papel de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con enfermedades mentales. Esto se vincula con el papel de dichos ácidos grasos como componentes de la membrana neuronal y con su participación en procesos como la señalización celular, entre otros.

Introducción y objetivos

Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, polyunsaturated fatty acids) omega 3 fueron estudiados en relación con las enfermedades mentales. Entre los ácidos grasos omega 3 más importantes se destacan el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ambos derivados del ácido alfa linolénico. Tanto el EPA como el DHA son ácidos grasos esenciales. En consecuencia, los mamíferos no son capaces de sintetizarlos y deben incorporarlos mediante el consumo de productos como el aceite de pescado.

Entre las funciones del EPA y el DHA se destaca la inhibición competitiva de los ácidos grasos omega 6, con la consiguiente reducción de la síntesis de mediadores proinflamatorios como el ácido araquidónico y sus derivados, las prostaglandinas y los leucotrienos. Lo antedicho permite suponer que una dieta rica en aceite de pescado se asocia con una disminución de la incidencia de enfermedades inflamatorias. Asimismo, se observó una asociación entre la administración de PUFA y la disminución de la progresión de la aterosclerosis coronaria. Estos y otros efectos de los ácidos grasos omega 3 resultaron en la indicación de su empleo para la prevención secundaria de la hipertensión, la enfermedad coronaria, la diabetes tipo 2 y otros cuadros.

Tanto el EPA como el DHA intervienen en el desarrollo fetal neuronal, inmunológico y retiniano, entre otros procesos. En la actualidad existe un interés creciente acerca del papel de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con enfermedades mentales. Esto se vincula con el papel de los PUFA como componentes de la membrana neuronal y con su participación en procesos como la señalización celular, la regulación monoaminérgica, la modificación de las propiedades de los receptores y la participación en las vías de señalización.

La presente revisión se llevó a cabo con el fin de evaluar la información disponible sobre la eficacia y la seguridad de los ácidos grasos omega 3 en pacientes con trastornos mentales. Los autores prestaron especial atención a la definición de la dosis terapéutica más apropiada de estos compuestos. La información evaluada fue obtenida mediante una búsqueda sistemática de estudios incluidos en la base de datos Medline.

Esquizofrenia

La información disponible permite indicar que, en general, los pacientes con esquizofrenia presentan niveles bajos de EPA y DHA en las células cerebrales, lo cual generó la hipótesis de los fosfolípidos de membrana. Los resultados obtenidos en seis estudios clínicos aleatorizados y controlados permiten indicar que los PUFA resultan beneficiosos para disminuir los síntomas positivos y negativos. No obstante, existen cuestiones metodológicas que limitan la generalización de los resultados. Además, no es posible sacar conclusiones sobre el efecto de los PUFA a mediano o largo plazo.

En un estudio se halló que el EPA es más eficaz que el DHA para mejorar el resultado en la Positive and Negative Syndrome Scale (PANSS). Los beneficios del EPA también fueron informados por otros autores ante la aplicación de la PANSS y de la Montgomery-Asberg Depression Rating Scale(MADRS). De todos modos, en otros estudios no pudo concluirse que los ácidos grasos omega 3 tengan una eficacia considerable en los pacientes esquizofrénicos. Por este motivo, es necesario contar con más estudios al respecto.

Trastorno depresivo mayor

En diferentes estudios se evaluó la eficacia de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con depresión leve o moderada. En algunos casos se observó un efecto positivo de la monoterapia con EPA y DHA sobre los síntomas depresivos principales. Si bien otros autores informaron beneficios significativos de dicho tratamiento en comparación con los abordajes convencionales, la validez de los resultados se ve limitada por la metodología aplicada en los estudios.

En un estudio de 12 semanas de duración se informó que la administración de un gramo diario de ácidos grasos omega 3 resulta efectiva para disminuir los síntomas depresivos ante la aplicación de la Hamilton Depression Rating Scale (HDRS), la MADRS y el Beck Depression Inventory (BDI). También se sugirió que los ácidos grasos omega 3 son beneficiosos en niños de 6 a 12 años con depresión mayor evaluados mediante la Childhood Depression Rating Scale, el Childhood Depression Inventory y la escala Clinical Global Impression (CGI). La utilidad del tratamiento fue asimismo indicada en embarazadas con depresión, evaluadas mediante la HDRS, la Edinburgh Postnatal Depression Scale (EPDS) y el BDI. Los beneficios de los ácidos grasos omega 3 también fueron confirmados en mujeres ancianas. De todos modos, hasta el momento no existe un consenso general acerca de la eficacia de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con depresión.

Trastorno bipolar

La disminución del nivel de ácidos grasos omega 3 en la membrana eritrocitaria fue observada en pacientes con trastorno bipolar (TBP). Los resultados de diferentes estudios permiten indicar que la combinación de EPA y DHA se asoció con la disminución y la remisión de los síntomas depresivos pero no tuvo efectos notorios sobre los síntomas maníacos ante la aplicación de la HDRS y la Young Mania Rating Scale (YMRS), respectivamente. En cambio, otros autores observaron una disminución del puntaje en la YMRS en pacientes con trastorno bipolar tratados con ácidos grasos omega 3.

Puede señalarse que la administración de ácidos grasos omega 3 tiene un efecto antidepresivo moderado en pacientes con TBP. No obstante, no se cuenta con estudios suficientes para obtener conclusiones definitivas al respecto. Además, la metodología aplicada en los estudios limita la generalización de los resultados. En conclusión, la administración de PUFA omega 3 tuvo cierto efecto positivo sobre los síntomas depresivos observados en pacientes con TBP. En cambio, los efectos sobre la manía fueron más limitados.

Trastornos de ansiedad

Los ácidos grasos omega 3 podrían tener propiedades ansiolíticas. Asimismo, se observó una disminución del nivel eritrocitario de ácidos grasos omega 3 en pacientes con trastornos de ansiedad. De todos modos, los estudios disponibles sobre el uso de estos ácidos grasos en pacientes con trastornos de ansiedad son escasos y no permiten indicar la utilidad del tratamiento. Sólo se cuenta con un estudio en el cual se halló una disminución del nivel de ansiedad y tensión en pacientes con trastornos por consumo de sustancias tratados con EPA y DHA, en comparación con lo hallado en pacientes que recibieron placebo. En presencia de trastorno obsesivo compulsivo, la administración complementaria de PUFA no se asoció con una mejoría significativa del nivel de ansiedad, depresión y síntomas obsesivo compulsivos en comparación con el placebo.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

La disminución del nivel de PUFA en niños con hiperactividad suscitó su estudio para el tratamiento de los pacientes con TDAH. Los resultados disponibles hasta el momento son heterogéneos y discutibles, por este motivo, es necesario contar con estudios clínicos adicionales que tengan características metodológicas adecuadas y permitan obtener conclusiones definitivas. En cuanto a la información existente, siete de trece estudios clínicos aleatorizados y controlados sobre la eficacia de los ácidos grasos omega 3 en pacientes con TDAH arrojaron resultados positivos. En cambio, en el resto de las investigaciones no se obtuvieron resultados favorables. En cuanto a la utilidad de los ácidos grasos omega 3 como complemento del tratamiento estimulante, en un estudio se obtuvieron resultados positivos, en tanto que en otro ensayo los resultados fueron negativos.

Trastornos del espectro autista

El empleo de PUFA en pacientes con trastornos del espectro autista fue fundamentado en el déficit o desequilibrio celular de ácidos grasos omega 3. Hasta el momento, los resultados disponibles al respecto son heterogéneos. De todos modos, puede señalarse que la alteración de la relación entre los ácidos grasos omega 6 y omega 3 durante las primeras etapas de la vida puede alterar procesos implicados en la maduración cerebral y afectar la conducta en forma negativa. Por lo tanto, la modificación del aporte dietario de ácidos grasos omega 3 y omega 6 puede ser útil para disminuir la incidencia de síntomas relacionados con el autismo. Los estudios disponibles hasta el momento son escasos y arrojaron resultados limitados. Es necesario contar con más investigaciones con el fin de obtener conclusiones definitivas.

Agresividad, hostilidad e impulsividad

El interés acerca del papel de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con impulsividad, hostilidad y agresividad es creciente y se originó en el hallazgo de un nivel bajo de EPA y DHA en el sistema nervioso central de dichos individuos. Los resultados disponibles hasta el momento fueron positivos, aunque existen limitaciones metodológicas que impiden la obtención de conclusiones definitivas.

Trastorno límite de la personalidad

Los pacientes con trastorno límite de la personalidad (TLP) presentan impulsividad y agresividad. Según los resultados obtenidos en dos trabajos, la administración de PUFA a los pacientes con dicho cuadro resulta eficaz. En uno de los estudios, la administración de EPA mejoró el resultado en las escalas Modified Overt Aggression Scale (MOAS) y Montgomery-Åsberg Depression Rating Scale (MADRS) en comparación con la administración de placebo. En otro ensayo se informó una mejoría significativa del resultado en el Beck Depression Inventory y en la Hamilton for Depression Rating Scale (HDRS), aunque no se informaron beneficios significativos al considerar otros parámetros. Finalmente, se llevó a cabo un estudio sobre la eficacia y la tolerabilidad de los ácidos grasos omega 3 en combinación con ácido valproico en pacientes con TLP. Los resultados indicaron que el tratamiento combinado es eficaz para disminuir los síntomas característicos del TLP, evaluados mediante el Borderline Personality Disorder Severity Index (BPDSI), la Barratt Impulsiveness Scale (BIS-11) y el Self-Harm Inventory (SHI), entre otros parámetros.

Efectos adversos

En general, los ácidos grasos omega 3 son bien tolerados. Los efectos adversos observados con mayor frecuencia incluyen las náuseas y el sabor desagradable. No obstante, dichos cuadros fueron leves y en general no provocaron la interrupción del tratamiento. De acuerdo con lo informado por la European Food Safety Authority (EFSA), el empleo de hasta 5 g/día de EPA y DHA no es peligroso para la población general.

Conclusión

El interés acerca del uso de PUFA de cadena larga para el tratamiento de los pacientes psiquiátricos aumentó durante los últimos años debido a la disponibilidad creciente de estudios acerca de su eficacia. No obstante, aún no se cuenta con un consenso general al respecto. La eficacia más notoria ante la administración de EPA y DHA tuvo lugar en pacientes con trastornos del estado de ánimo. En este sentido, los ácidos grasos omega 3 serían útiles para prevenir y mejorar los síntomas depresivos. Los beneficios fueron mayores ante la administración de EPA, en comparación con la administración de DHA, especialmente en pacientes con cuadros depresivos más graves. De todos modos, es necesario contar con estudios adicionales para obtener conclusiones definitivas al respecto.

En pacientes con TBP se observó un beneficio sobre los síntomas depresivos ante la administración de ácidos grasos omega 3, en tanto que no se halló una reducción del nivel de manía. En presencia de TDAH, los efectos de los ácidos grasos omega 3 para disminuir los síntomas fueron leves a moderados. La información sobre el uso de ácidos grasos omega 3 en pacientes con agresividad, hostilidad e impulsividad es alentadora, aunque insuficiente. No se cuenta con datos concluyentes sobre el efecto de los PUFA en pacientes con otros cuadros psiquiátricos.

Por último, los ácidos grasos omega 3 no indujeron eventos adversos graves y son considerados seguros y bien tolerados al ser administrados en dosis de hasta 5 gramos diarios por un periodo de 12 a 16 semanas. Es necesario obtener más información sobre la eficacia de los ácidos grasos omega 3 para el tratamiento de los pacientes con trastornos psiquiátricos.

Especialidad: Bibliografía - Neurología - Nutrición - Psiquiatría

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar