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Comparan la Eficacia del Esomeprazol frente al Lansoprazol y al Rabeprazol

  • AUTOR: Wilder-Smith C, Röhss K, Nyman L y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL: Esomeprazole 40 mg Provides Improved Intragastric Acid Control as Compared with Lansoprazole 30 mg and Rabeprazole 20 mg in Healthy Volunteers
  • CITA: Digestion 68(4):184-188, 2003
  • MICRO: El esomeprazol en dosis de 40 mg diarios logra mantener el pH intragástrico por encima de 4 de manera más eficaz y sostenida que 30 mg diarios de lansoprazol o que 20 mg/día de rabeprazol.

Introducción

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se manifiesta por la presencia de síntomas como pirosis y reflujo, y de lesiones esofágicas detectables por endoscopia. Su aparición se relaciona estrechamente con el pH intragástrico, particularmente si es menor de 4. El tratamiento de la ERGE, para ser eficaz, debe lograr mantener el pH intragástrico por encima de 4 durante la mayor proporción posible de cada período de 24 horas. Esto también es válido para otras enfermedades relacionadas con la acidez gástrica como las úlceras gastroduodenales.

Hasta 2003 se calculaba la mediana de pH intragástrico de 24 horas y la proporción de individuos con este pH > 4 durante 12 y 16 horas de un período de 24 horas en el día 5 de tratamiento. Esto ha sido demostrado para los casos del omeprazol (20 mg/día) y el lansoprazol (30 mg/día). El esomeprazol, isómero S del omeprazol, en dosis de 20 y 40 mg/día, logra una supresión de la acidez gástrica más sostenida en los pacientes con ERGE. Asimismo, 40 mg de esomeprazol resultan más eficaces que 40 mg de omeprazol.

El objetivo de los dos estudios aquí presentados fue, por un lado, comparar los efectos de 40 mg de esomeprazol con 30 mg de lansoprazol (estudio A) y, por otro lado, 40 mg de esomeprazol con 20 mg de rabeprazol (estudio B), sobre el pH intragástrico de voluntarios sanos. Se optó por esta población para evitar factores de confusión como medicaciones concomitantes y comorbilidades.

Participantes y métodos

Se incluyeron voluntarios sanos con estudios negativos para Helicobacter pylori, de entre 20 y 50 años. Los criterios de exclusión fueron la presencia de alguna enfermedad grave; el uso de cualquier medicación en las 2 semanas anteriores al estudio; el requerimiento de otro tratamiento farmacológico; antecedentes de enfermedad cardíaca, renal, hepática o gastrointestinal; alergias graves; consumo de alcohol, drogas o tabaco; embarazo, lactancia o falta de anticoncepción adecuada.

En la primera visita se recabaron los antecedentes médicos y se realizó examen físico y determinaciones de laboratorio (variables de seguridad). La presencia de H. pylori se descartó a partir de la prueba de la urea espirada (estudio A) o de pruebas serológicas (estudio B). Los participantes fueron asignados a recibir 40 mg de esomeprazol o 30 mg de lansoprazol en el estudio A, y 40 mg de esomeprazol o 20 mg de rabeprazol en el B. La medicación se administró 30 minutos antes de desayuno durante 5 días consecutivos. Luego de un período de reposo farmacológico de al menos 13 días, los voluntarios fueron cruzados al otro grupo del estudio respectivo. En el día 5 de tratamiento se realizó una pHmetría de 24 horas. Se estandarizó la ingesta para todos los sujetos (desayuno, almuerzo, merienda, cena y colación a las 0.5, 4, 7, 9 y 13 horas de la toma del fármaco). Se les indicó no recostarse durante las horas diurnas.

El criterio principal de valoración fue el porcentaje de tiempo con pH intragástrico > 4 durante las 24 horas. También se determinó la proporción de individuos que mantuvo el pH > 4 durante al menos 12 y 16 horas de las 24 horas.

Resultados

El estudio A (40 mg de esomeprazol frente a 30 mg de lansoprazol) incluyó 24 participantes y el B (40 mg de esomeprazol frente a 20 mg de rabeprazol), 23. Cinco personas fueron excluidas para los análisis de eficacia debido a problemas técnicos como falla del electrodo de pH (estudio A, n = 2; estudio B, n = 1) o dificultades en su inserción (estudio A, n = 2).

Con la dosis de 40 mg de esomeprazol se logró un mayor porcentaje de tiempo con pH intragástrico > 4 dentro del período de 24 horas de evaluación el día 5 en comparación con 30 mg de lansoprazol y con 20 mg de rabeprazol. El esomeprazol mantuvo el pH intragástrico > 4 por una media de 15.6 horas en comparación con 12.7 horas con el lansoprazol (estudio A) y por 14.6 horas contra 10.8 horas del rabeprazol (estudio B). Las diferencias promedio en las proporciones de tiempo con pH > 4 obtenidas con 40 mg/día de esomeprazol respecto de 30 mg/día de lansoprazol y de 20 mg/día de rabeprazol fueron del 12.4% (intervalo de confianza del 95% [IC] 7.4-17.5; p < 0.001) y del 15.8% (IC 5.36-26.27; p < 0.005), respectivamente.

En ambos estudios, la mediana de 24 horas del pH intragástrico al día 5 de tratamiento fue mayor con esomeprazol que con lansoprazol y rabeprazol. En el estudio A, el 91% de los participantes que recibió esomeprazol logró mantener un pH intragástrico > 4 por 12 horas o más, frente al 59% de los que recibieron lansoprazol. En el estudio B estos resultados los obtuvieron el 77% de los que recibieron esomeprazol frente al 36% de los asignados a rabeprazol. Por otro lado, el 41% de los individuos tratados con esomeprazol en el estudio A lograron mantener el pH por encima de 4 durante al menos 16 horas frente al 9% de los asignados a lansoprazol; en el estudio B, esto se observó en el 32% de los que recibieron esomeprazol frente al 5% de los asignados a rabeprazol (> 12 horas: p = 0.04; > 16 horas: p = 0.03 para ambos estudios).

Las diferencias entre el esomeprazol y el otro inhibidor de la bomba de protones (IBP) analizado fueron significativas en ambas investigaciones. En el estudio A se informaron eventos adversos en 5 de los 24 participantes (21%) tratados con esomeprazol y en 6 de los 22 que recibieron lansoprazol (27%); en el estudio B se señalaron en 4 de los 23 con esomeprazol (17%) y en 4 de los 23 con rabeprazol (17%). Todos esos efectos fueron leves a moderados; los más frecuentes, cefaleas y flatulencia. Las determinaciones de laboratorio fueron similares con los distintos tratamientos en ambos estudios y no se detectaron variaciones clínicamente significativas.

Discusión

En los estudios analizados, 40 mg/día de esomeprazol lograron una supresión de la acidez gástrica significativamente mayor que 30 mg/día de lansoprazol y que 20 mg/día de rabeprazol. Esto quedó reflejado por el mayor porcentaje de tiempo con pH intragástrico > 4 en el día 5 de tratamiento, además de una mediana de pH de 24 horas más elevada en los sujetos tratados con esomeprazol en ambos ensayos. La proporción de personas con pH intragástrico > 4 por >12 horas y por > 16 horas también fue significativamente mayor con esomeprazol. Los tres IBP fueron bien tolerados. Si bien estos trabajos se realizaron con voluntarios sanos, los resultados también son aplicables a los pacientes con ERGE, ya que el grado de secreción ácida es similar en ambas poblaciones. De todas maneras, en 2003 se llevaron a cabo estudios comparativos en sujetos con ERGE acerca del efecto de los IBP sobre el pH intragástrico. Diversos estudios anteriores señalaron que 40 mg de esomeprazol logran una supresión ácida mayor que 20 mg de omeprazol, tanto en estos pacientes como en individuos sanos.

La proporción de tiempo con pH intragástrico > 4 al día 5 logrado con 30 mg de lansoprazol (53%) resultó comparable a la observada en otros trabajos similares con voluntarios sanos, que varían entre el 51% y el 64%.

Respecto del rabeprazol, los resultados de estos estudios contrastan con los de otros anteriores, seguramente debido a diferencias metodológicas en cuanto a la determinación del pH intragástrico y a la estandarización de la ingesta durante la evaluación.

Conclusiones

El control de la acidez gástrica obtenido con 40 mg de esomeprazol es más eficaz y más sostenido que el logrado con 30 mg de lansoprazol o con 20 mg de rabeprazol. Esto significa que el esomeprazol puede mejorar el control de la secreción ácida gástrica en los pacientes con ERGE y alcanzar mayor eficacia clínica en el tratamiento de las enfermedades relacionadas, como la esofagitis erosiva y las úlceras gastroduodenales. De hecho, en los pacientes con ERGE y esofagitis erosiva, se ha observado que con 40 mg de esomeprazol se logra una cicatrización esofágica y un alivio sintomático más eficaz que con 30 mg de lansoprazol o con 20 mg de rabeprazol. Otros estudios también señalaron que las tasas de curación con el esomeprazol son similares ante distintos grados de gravedad de las lesiones, mientras que con el lansoprazol y el omeprazol tienden a disminuir a medida que la gravedad de la ERGE se incrementa.

Especialidad: Bibliografía - Gastroenterología

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