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Comparan la Eficacia del Omeprazol y de la Famotidina en la Cicatrización de las Ulceras Duodenales

  • AUTOR : Misra S, Dasarathy S, Sharma M
  • TITULO ORIGINAL : Omeprazole versus Famotidine in the Healing and Relapse of Duodenal Ulcer
  • CITA : Alimentary Pharmacology & Therapeutics 7(4):443-449, Ago 1993
  • MICRO : En los enfermos con úlceras duodenales, el omeprazol es superior a la famotidina en términos del alivio del dolor y de la curación de las lesiones. Sin embargo, ambos agentes se asocian con el mismo índice de recidiva luego de la cicatrización.

 

Introducción

El omeprazol es un inhibidor de la bomba de protones que se asocia con una eficacia muy superior a la de la ranitidina en el alivio de los síntomas y en la cicatrización de las úlceras duodenales. La famotidina, señalan los autores, es un fármaco más activo que la ranitidina o la cimetidina y se asocia con un efecto antiácido de mayor duración. En un estudio, el tratamiento durante 2 a 4 semanas con 40 mg diarios de famotidina indujo un alivio sintomático mayor y cicatrización más rápida de las lesiones ulcerosas respecto de la terapia con ranitidina, en dosis de 300 mg/día.

El objetivo del presente estudio fue comparar la eficacia del omeprazol y de la famotidina en la cicatrización de las úlceras duodenales, en el alivio sintomático y en la incidencia de recurrencias al cabo de 6 meses.

Pacientes y métodos

La investigación abarcó enfermos con úlceras duodenales confirmadas por endoscopia y sintomáticos durante al menos 3 meses. El cráter de la úlcera debía tener más de 5 mm de diámetro. Se excluyeron los pacientes de menos de 18 años o de más de 80, las embarazadas o en período de lactancia, los sujetos con otras enfermedades graves, los pacientes sometidos con anterioridad a cirugía gástrica, los enfermos con úlcera gástrica, carcinoma gástrico, estenosis pilórica o hemorragia activa del tracto digestivo superior y los individuos que consumían alcohol o sustancias ilegales. Tampoco se incluyeron los enfermos tratados con anticoagulantes, con fenitoína, con fármacos antiulcerosos (con excepción de los antiácidos) más de 3 días en la semana previa a la endoscopia y con antiinflamatorios no esteroides.

Los participantes fueron asignados al tratamiento con 20 mg diarios de omeprazol por la mañana (antes del desayuno) o con 40 mg/día de famotidina, por la noche, después de la cena. Los pacientes fueron inicialmente tratados durante 14 días; sin embargo, los enfermos sin cicatrización de las úlceras continuaron con la terapia por otras 2 semanas.

Los pacientes fueron sometidos a endoscopia en el transcurso de los 3 días previos a la inclusión en el estudio y a las 2 y 4 semanas de tratamiento. Se registró el número y la localización de las lesiones; se consideraron cicatrizadas cuando se constató la reepitelización completa del cráter, independientemente de la presencia de erosiones. La recurrencia fue la reaparición endoscópica de las úlceras, en combinación con síntomas o en ausencia de sintomatología.

Tanto en la primera endoscopia como en la de control se tomaron muestras de la mucosa gástrica del antro para la detección de Helicobacter pylori mediante la prueba de la ureasa. Los pacientes completaron planillas diarias de las manifestaciones clínicas (dolor diurno y nocturno), de la utilización de medicación antiácida y de la cantidad de días de ausentismo laboral. Los controles se realizaron cada 2 semanas. El patrón de recidiva de la enfermedad ulcerosa se determinó luego de 6 meses de seguimiento como mínimo, período durante el cual los enfermos se mantuvieron sin tratamiento de mantenimiento alguno. Los controles clínicos se efectuaron una vez al mes, mientras que las endoscopias se repitieron cada 3 meses.

Las variables cualitativas se compararon con la prueba de χ2; las variables cuantitativas se analizaron con las pruebas t y de Wilcoxon. La mejoría asociada con los tratamientos se comparó con la prueba t; se aplicaron coeficientes de correlación Spearman. Los índices de recidiva en cada grupo se calcularon con curvas de Kaplan-Meier. La diferencia en el índice de curación entre los grupos fue la ganancia terapéutica.

Resultados

Treinta enfermos fueron asignados a 20 mg diarios de omeprazol y otros 30, a 40 mg/día de famotidina. Los hallazgos clínicos, demográficos y endoscópicos fueron similares en los dos grupos.

El índice de curación de las úlceras duodenales a las 2 semanas fue del 77% (n = 23) y del 40% (n = 12) en los sujetos asignados al omeprazol y a la famotidina, respectivamente (p < 0.001), con una ganancia terapéutica del 37%. Los índices acumulados de cicatrización a las 4 semanas fueron del 93% (28 de 30) y del 80% (24 de 30), en igual orden; en este caso, la diferencia no fue estadísticamente significativa (p = 0.2). Los pacientes sin curación de las lesiones a las 4 semanas debieron continuar con la terapia con omeprazol durante una semana más (n = 2) o con famotidina durante 2 semanas (n = 6). El único factor que influyó en la cicatrización de las lesiones fue el tratamiento indicado.

De hecho, ninguna característica clínica o endoscópica influyó en la curación a las 2 o a las 4 semanas. El omeprazol fue superior a la famotidina en los enfermos fumadores, después de 2 semanas, y en los pacientes con úlceras pequeñas, luego de 2 y de 4 semanas de terapia. Los 60 pacientes presentaban inicialmente infección por H. pylori. En todos los casos, la infección persistió luego del tratamiento.

Inicialmente, todos los enfermos referían dolor diurno; el 70% y el 86.6% de los pacientes tratados con omeprazol y famotidina, respectivamente, también presentaban dolor nocturno. A las 2 semanas de tratamiento, el 90% (n = 27) de los sujetos asignados al omeprazol en comparación con el 40% (n = 12) de los asignados a la famotidina refirieron un alivio completo del dolor (p < 0.001). Sin embargo, a las 4 semanas, todos los enfermos estaban asintomáticos. El 100% y el 92% de los participantes, respectivamente, refirieron alivio del dolor nocturno a las 2 semanas del tratamiento (p > 0.1).

Los pacientes tratados con omeprazol tuvieron significativamente menos días y noches con dolor en comparación con los enfermos asignados a la famotidina. En el transcurso de las 2 primeras semanas de tratamiento, la utilización de antiácidos fue significativamente menor (p < 0.001) en los pacientes tratados con omeprazol respecto de los enfermos que recibieron famotidina. El consumo acumulado de comprimidos de antiácidos entre los días 2 y 14 fue de 144 y de 357, respectivamente (p < 0.05).

La curación de las úlceras a las 2 semanas se correlacionó en forma inversa con el número de días con dolor (p < 0.001) y con el consumo acumulado de antiácidos (p < 0.001). En el 10% de los pacientes tratados con omeprazol y en el 60% de los asignados a la famotidina, las úlceras y el dolor persistieron después de 2 semanas de tratamiento (p < 0.001).

La administración de omeprazol se asoció con menor ausentismo laboral después de la primera semana de terapia (p < 0.001) respecto del tratamiento con famotidina. Ningún paciente tratado con omeprazol presentó efectos adversos, mientras que un paciente que recibió famotidina presentó cefalea grave transitoria.

Los participantes fueron seguidos por una mediana de 7.2 meses. No se registraron diferencias significativas en el índice de recurrencia entre los dos grupos de tratamiento: 12 de 30 entre los tratados con omeprazol y 11 de 30 en los asignados a la famotidina (p > 0.1). En los 23 pacientes con recurrencia de las lesiones también reaparecieron los síntomas. El período libre de enfermedad ulcerosa después de la cicatrización inicial fue semejante en los dos grupos (mediana de 22 semanas en los sujetos asignados al omeprazol y mediana de 21 semanas entre los tratados con famotidina; p > 0.1). A los 6 meses, el 60% y el 63%, en igual orden, permanecían en remisión.

Discusión

En el presente trabajo, el tratamiento con famotidina se asoció con índices de curación de las úlceras duodenales del 40% y del 80% a las 2 y 4 semanas, respectivamente. Los porcentajes correspondientes entre los enfermos tratados con omeprazol fueron del 77% y del 93%. La proporción de pacientes con alivio sintomático a las 2 semanas fue sustancialmente mayor en el grupo asignado al omeprazol.

A diferencia de los hallazgos de diversos estudios previos, en la presente investigación ninguna variable clínica o endoscópica influyó en el índice de curación. El alivio del dolor es uno de los principales objetivos de la terapia en los pacientes con enfermedad ulcerosa. Por primera vez se demostró que el omeprazol es superior a la famotidina en este sentido.

En cambio, el patrón de recurrencia luego de la cicatrización fue similar en los dos grupos de tratamiento. Aunque algunos trabajos sugirieron que el omeprazol es útil para la erradicación de H. pylori, en el presente estudio este beneficio no se confirmó. En conclusión, afirman los expertos, en los sujetos con úlceras duodenales el tratamiento con 20 mg diarios de omeprazol es seguro y se asocia con un alivio rápido del dolor, con menor ausentismo laboral y con un índice mayor de cicatrización, en comparación con la terapia con famotidina. Los índices de recidiva, sin embargo, son similares a los que se registran en los sujetos tratados con famotidina.

Especialidad: Bibliografía - Gastroenterología

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