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La Mirtazapina en la Dispepsia Funcional

  • AUTOR : Jiang S, Jia L, Xu M y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Beneficial Effects of Antidepressant Mirtazapine in Functional Dyspepsia Patients with Weight Loss
  • CITA : World Journal of Gastroenterology 22(22):5260-5266, Jun 2016
  • MICRO : En pacientes con dispepsia funcional, depresión y pérdida de peso, la mirtazapina alivia los síntomas digestivos y de la depresión y aumenta el peso corporal. Los efectos parecen obedecer a la regulación del eje cerebro-intestino o a modificaciones en los niveles de las hormonas intestinales.

Introducción

Los pacientes con dispepsia funcional (DF) refieren síntomas crónicos y recurrentes en la región gastroduodenal, en ausencia de trastornos orgánicos o metabólicos. La DF se asocia con compromiso de la calidad de vida y tiene consecuencias económicas adversas para los sistemas de salud. Debido a que en la fisiopatogenia de la DF suelen intervenir factores psicológicos, los antidepresivos y los ansiolíticos se utilizan con frecuencia.

La pérdida de peso en los pacientes con trastornos digestivos puede indicar enfermedad orgánica; sin embargo, la cantidad de peso que se pierde, y que sugiere una enfermedad orgánica, no se ha establecido con precisión. En un estudio previo realizado por los autores en 1057 pacientes con DF, el 19.58% perdió el 5% o más del peso corporal antes del inicio de los síntomas, durante 12 meses o menos de enfermedad. Los pacientes con DF y pérdida de peso tienen índice de masa corporal (IMC) más bajo, realizan más consultas médicas, presentan con frecuencia trastornos psicológicos, tienen menos apetito y refieren peor calidad de vida.

La mirtazapina es un antidepresivo que se utiliza para el tratamiento de la depresión y la ansiedad; numerosos estudios sugirieron que los antidepresivos pueden ser de ayuda en los pacientes con DF. En un estudio previo que evaluó un paciente con DF, en tratamiento con mirtazapina durante 4 semanas, mejoraron los síntomas digestivos, el apetito, la depresión y la calidad de vida. También se ha referido que el tratamiento con mirtazapina se asocia con aumento del apetito, la ingesta y el peso; si bien estos efectos adversos pueden limitar el uso de la mirtazapina como antidepresivo, a la vez podrían ser favorables para el tratamiento de los pacientes con DF y pérdida de peso.

El objetivo del presente estudio fue analizar los efectos de la mirtazapina en pacientes con DF, depresión y pérdida de peso; para ello, se analizaron los cambios en los síntomas depresivos y de la DF, las modificaciones en el peso corporal, la distribución de las grasas y los niveles séricos de hormonas gastrointestinales.

Pacientes y métodos

La investigación tuvo un diseño prospectivo, aleatorizado y controlado. Entre setiembre de 2011 y junio de 2013 se reunieron 60 pacientes, de 18 a 65 años, con DF según los criterios Roma III, pérdida de peso > 5% del peso basal desde el inicio de los síntomas, diagnóstico de depresión (a juzgar por los resultados de la Chinese Classification of Mental Disorders) y puntaje de más de 18 en la Hamilton Rating Scale of Depression (HAMD). Los participantes integraron uno de tres grupos de tratamiento (n = 20 en cada caso): mirtazapina (30 mg por día), paroxetina (20 mg por día) o grupo de terapia convencional con antagonistas de los receptores de histamina o inhibidores de la bomba de protones; los fármacos se indicaron durante 8 semanas.

Las valoraciones clínicas se realizaron al inicio y a las 2, 4, 6 y 8 semanas de tratamiento. Los síntomas de dispepsia se analizaron con el Nepean Dyspepsia Index-symptom (NDIS), mientras que los síntomas depresivos se evaluaron con la HAMD-17. Se valoraron los cambios en el peso corporal y la distribución de la grasa corporal. Al inicio y a las 4 y 8 semanas se determinaron los niveles séricos de grelina, leptina, neuropéptido Y (NPY), 5-hidroxitriptamina (5-HT), colecistoquinina (CCK), motilina (MTL) y gastrina (GAS). El NDIS valora la frecuencia, la intensidad y las consecuencias de 15 síntomas gastrointestinales, incluidos el dolor epigástrico, la pirosis, la distensión posprandial y la saciedad precoz, en el transcurso de 2 semanas. Se registraron las puntuaciones de 4 subescalas: la de actividades cotidianas y trabajo (13 secciones), la de conocimiento y control (7 secciones), la de consumo de líquidos y sólidos (3 secciones) y la de trastornos del sueño (2 secciones). Los puntajes bajos reflejan síntomas leves. Según las puntuaciones de la HAMD-17, se estableció la ausencia de depresión (0 a 6 puntos), la depresión leve (7 a 17 puntos), moderada (18 a 24 puntos) y grave (más de 25 puntos). La composición corporal se determinó con un analizador; la respuesta al tratamiento se definió por la reducción superior al 50% en el puntaje del NDIS.

Las comparaciones estadísticas se efectuaron con modelos de varianza ANOVA y pruebas de Student-Newman-Keuls o de chi al cuadrado, según el caso. Los valores de p < 0.05 se consideraron estadísticamente significativos.

Resultados

No se registraron diferencias entre los grupos en el sexo, la edad, la talla, el peso, el IMC o la pérdida de peso corporal. Los síntomas de la DF mejoraron progresivamente con el tratamiento en los tres grupos; a las 2 semanas de comenzada la terapia, el puntaje del NDIS fue significativamente más bajo en el grupo de mirtazapina, en comparación con los grupos de paroxetina y control (p < 0.05 en ambos casos); la tendencia se mantuvo hasta el final del estudio. A partir de la sexta semana, el puntaje del NDIS fue significativamente más bajo en el grupo de paroxetina, respecto del grupo control (p < 0.05).

Los síntomas depresivos mejoraron en los tres grupos de tratamiento. En todos los momentos de valoración, el puntaje de la HAMD-17 fue sustancialmente más bajo en los grupos de mirtazapina y paroxetina, respecto del grupo control (p < 0.05). Luego de 2 semanas de tratamiento, el puntaje de la HAMD-17 fue significativamente más bajo en el grupo de mirtazapina, respecto del grupo de paroxetina (p < 0.05); sin embargo, en la cuarta semana, en los pacientes tratados con paroxetina, el puntaje fue muy similar al registrado en el grupo de mirtazapina y las similitudes persistieron a lo largo de todo el estudio.

El peso corporal no difirió de manera importante al inicio del estudio, entre los tres grupos. El tratamiento con mirtazapina se asoció con aumento gradual del peso, de modo que, a las 6 y 8 semanas de terapia, los pacientes tratados con mirtazapina pesaron significativamente más que los sujetos de los grupos de paroxetina y control (p < 0.05 en ambos casos). No se registraron cambios importantes del peso corporal en los grupos de paroxetina o control.

A las 8 semanas de tratamiento, en 19 participantes tratados con mirtazapina aumentó el peso y el IMC. Estos pacientes aumentaron 3.58 ± 1.57 kg, un incremento significativamente más importante que el observado en el grupo de paroxetina (0.53 ± 0.44 kg) o el grupo control (0.56 ± 0.45 kg; p < 0.05). El contenido corporal de grasa aumentó en 2.77 ± 0.14 kg, el cociente corporal de grasa se incrementó en 4% y el área de grasa visceral, en 7.56 ± 2.25 cm2 (p < 0.05). No se detectaron cambios en el volumen muscular.

A las 4 y 8 semanas de tratamiento con mirtazapina se comprobó el aumento significativo de los niveles de grelina, NPY, MTL y GAS y la disminución sustancial de los niveles de leptina, 5-HT y CCK (p < 0.05 en todos los casos). A las 8 semanas de tratamiento se observaron diferencias significativas en los niveles hormonales entre los pacientes tratados con mirtazapina y en aquellos que recibieron paroxetina o terapia convencional (p < 0.05). A la cuarta semana de tratamiento con paroxetina, los niveles de NPY, MTL y GAS aumentaron, mientras que los niveles de 5-HT y CCK se redujeron. No se observaron cambios importantes en los niveles hormonales en el grupo control.

Los efectos adversos asociados con el uso de mirtazapina fueron los mareos (10%), el letargo (15%) y la fatiga (15%); el tratamiento con paroxetina se asoció con mareos (15%), letargo (20%), náuseas (5%) y fatiga (20%). Los efectos adversos fueron leves y desaparecieron en el transcurso de una semana, sin necesidad de tratamiento. Los pacientes del grupo control no refirieron efectos adversos.

Después de 8 semanas, el 85% de los participantes asignados a mirtazapina y el 80% de los sujetos que recibieron paroxetina respondieron favorablemente, en comparación con solo el 55% de los pacientes del grupo control. Las diferencias entre los grupos de mirtazapina y paroxetina no fueron significativas.

Discusión y conclusión

La DF es una enfermedad psicosomática común en los pacientes con ansiedad, depresión, trastorno de angustia y trastorno por estrés postraumático. Si bien la pérdida de peso se considera un marcador de enfermedad orgánica, diversos estudios demostraron que los pacientes con DF pueden presentar pérdida de peso. Por el momento no se dispone de un tratamiento eficaz para los pacientes con DF, depresión y pérdida de peso.

La mirtazapina es un inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina que mejora la depresión, los trastornos del sueño, la inapetencia y los síntomas depresivos, entre otros efectos.

En el presente estudio, la mirtazapina fue más eficaz para mejorar los síntomas de la dispepsia y disminuir los puntajes del NDIS, respecto de la paroxetina y el tratamiento convencional de la DF; asimismo, la mirtazapina fue igual de eficaz que la paroxetina para mejorar los síntomas depresivos. Además de la mejoría de los síntomas digestivos y depresivos, la mirtazapina indujo aumentos importantes del peso corporal, un efecto que no se observó con la paroxetina o el tratamiento convencional. Luego de 4 semanas de terapia con mirtazapina, el 80% de los pacientes aumentó de peso y, en el 95% de los casos, el incremento del peso persistió hasta el final del estudio. El análisis de la distribución corporal reveló que la grasa visceral aumentó significativamente a las 4 y 8 semanas de tratamiento con mirtazapina, de modo que este componente fue el que explicó el incremento.

En los últimos años, las enfermedades gastrointestinales funcionales se han relacionado con trastornos en la regulación del eje cerebro-intestino, determinado por factores neuroendocrinos e inmunológicos y afectado por factores psicosociales. En el presente estudio, los niveles de grelina, NPY, MTL y GAS, hormonas asociadas con el aumento del apetito, la ingesta y las propiedades dinámicas gastrointestinales, aumentaron considerablemente en los pacientes tratados con mirtazapina, mientras que la concentración de leptina, 5-HT y CCK, hormonas que disminuyen la ingesta, suprimen la motilidad gastrointestinal o incrementan la sensibilidad gastrointestinal, disminuyeron significativamente en asociación con el tratamiento con mirtazapina.

En conclusión, el uso de mirtazapina mejora los síntomas digestivos y depresivos en los pacientes con DF, depresión y pérdida de peso; también, induce el aumento del apetito y el peso corporal (sobre todo, a expensas de la grasa corporal), mucho más importante que el que se logra con la paroxetina o la terapia convencional. Los beneficios observados con la mirtazapina parecen obedecer a la regulación de las hormonas involucradas en el eje cerebro-intestino. Se requieren nuevos estudios a gran escala para conocer con precisión los efectos de la mirtazapina en pacientes con estas características.

Ref: GASTRO, PSIQ, NOXIBEL.

Especialidad: Bibliografía - Gastroenterología

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