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Alimentación de Salmones de Criadero con Aceite de Camelina Transgénica

  • TITULO : Alimentación de Salmones de Criadero con Aceite de Camelina Transgénica
  • AUTOR : Betancor M, Sprague M, Tocher D y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Nutritional Evaluation of an EPA-DHA Oil From Transgenic Camelina Sativa in Feeds for Post-Smolt Atlantic Salmon (Salmo Salar L.)
  • CITA : PLos One 11(7), Jul 2016
  • MICRO : El aceite proveniente de la oleaginosa Camelina sativa, modificada genéticamente para que contenga niveles altos de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, es útil como reemplazo del aceite de pescado en la alimentación del salmón atlántico de criaderos industriales, para producir peces con alto contenido de grasas poliinsaturadas.

Introducción y objetivos

La sostenibilidad de las fuentes de alimentación frente al incremento constante de la población mundial es una preocupación creciente. La demanda de nutrientes, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPICL) omega-3 (n-3), ha aumentado significativamente en las últimas décadas, debido a sus beneficios en la salud. El requerimiento diario combinado de ácido eicosapentaenoico (EPA) y de ácido docosahexaenoico (DHA), los dos principales AGPICL, se estima entre 250 mg y 1 g, respectivamente. La fuente principal de estos nutrientes es el pescado y los mariscos, que acumulan AGPICL n-3 provenientes de la biosíntesis de las microalgas marinas.

El salmón atlántico (Salmo salar L.) de piscifactorías es una fuente de AGPICL n-3, ya que acumula niveles altos de estos compuestos en su carne. Una porción de 130 g de salmón atlántico es suficiente para cubrir los requerimientos diarios recomendados de EPA y DHA. Actualmente, la pesca tradicional de esta especie está comprometida, dado que el 53% de los bancos de peces se acerca a la sobreexplotación, el 28% está sobreexplotado, el 3% agotado y el 1%, en recuperación, por lo cual la piscicultura se ha transformado en la mejor opción. Sin embargo, los peces de criadero requieren el aporte de AGPICL n-3 en la dieta y, dado que la fuente de este nutriente es el aceite de pescado, un recurso limitado, la práctica no es sustentable. Esto llevó a la búsqueda de fuentes alternativas de alimentos para las especies de piscicultura, que asegure que estos peces puedan aportar niveles altos de AGPICL n-3.

En general, los sustitutos del aceite de pescado son los aceites vegetales, que carecen de AGPICL n-3. Actualmente, la investigación está orientada a la búsqueda de fuentes ricas en AGPICL n-3, que puedan servir de alimentación para la cría de salmones. El zooplancton marino (krill) y el fitoplancton (microalgas) son alternativas promisorias, pero sin rentabilidad adecuada en la actualidad. Otra opción son las fuentes renovables de AGPICL n-3 mediante la manipulación genética de plantas oleaginosas, como la Camelina sativa, que logró ser modificada para producir semillas con alto contenido de EPA y DHA. Los autores de este estudio informaron previamente los resultados de la alimentación con aceite de camelina, con alto contenido de EPA, en salmones atlánticos maduros. El aceite no causó efectos adversos en el crecimiento de los peces.

En el presente estudio, los investigadores analizaron la eficacia de otro aceite derivado de la camelina, que contiene proporciones iguales de EPA y DHA, en la alimentación de salmones atlánticos maduros.

Materiales y métodos

Las plantas de camelina se modificaron mediante un conjunto de 7 genes, diseñados para aumentar la producción de EPA y DHA de la oleaginosa. El conjunto se incorporó al material genético del vegetal mediante técnicas transgénicas. El cambio genético no produjo modificaciones fenotípicas de las semillas. Las semillas se incorporaron a 3 dietas isonitrogenadas e isoenergéticas, para cubrir las necesidades nutricionales de los salmónidos. Las dietas contenían aceite de pescado, aceite natural de camelina o aceite de camelina EPA/DHA.

Ciento cuarenta y cuatro salmones maduros, con peso (media ± desviación estándar [DE]) de 256.2 ± 11.7 g, fueron distribuidos en 9 tanques de agua de mar y alimentados con una de las 3 dietas durante 11 semanas. El estudio tuvo supervisión de un comité de ética para la investigación con animales. Al final del trabajo se analizaron muestras de materia fecal, sangre y tejidos de ejemplares seleccionados al azar. La composición bioquímica de los peces se analizó con técnicas habituales. Se determinó la composición de las grasas corporales de los ejemplares y la presencia de genes de interés.

Los datos se expresaron como medias ± DE. Los porcentajes fueron sujetos a una transformación logarítmica antes de ser analizados y, luego, examinados con la prueba de Levene (normalidad y homogeneidad de las varianzas), antes del análisis por la prueba de ANOVA, seguida de la prueba de Tukey-Kramer para comparaciones múltiples. Se utilizó la prueba de la tpara muestras independientes. Se estableció un nivel de significación de p < 0.05.

Resultados

El perfil de los ácidos grasos extraídos de las semillas de camelina transgénica mostró niveles altos de EPA y de DHA (6% y 5.1%, respectivamente). El nivel total de AGPICL n-3 fue del 15%. El EPA y el DHA no están presentes en las semillas naturales de camelina.

No hubo mortalidad en la cohorte de peces estudiada. El aumento de peso fue normal durante el período de estudio en los tres grupos. Los niveles totales de AGPICL n-3, EPA y DHA fueron más altos en los peces alimentados con el aceite de camelina transgénica y en aquellos que recibieron aceite de pescado, con relación a los alimentados con camelina natural.

La biosíntesis endógena de AGPICL fue similar en los peces alimentados con ambos tipos de aceite de camelina. La expresión de los genes para las enzimas involucradas en la biosíntesis mostró una regulación por aumento en los ejemplares con dieta de camelina natural, en comparación con el aceite de pescado y el de camelina transgénica.

Discusión y conclusiones

Actualmente, la búsqueda de alternativas al aceite de pescado para las dietas de los salmónidos de criadero es una de las prioridades de la industria de la piscicultura. En el presente estudio, los autores investigaron el uso de una nueva fuente de AGPICL n-3, EPA y DHA, obtenida por modificación genética de la oleaginosa Camelina sativa, para ser utilizada como alimento en salmones atlánticos maduros. La inclusión del producto en la alimentación no modificó el crecimiento y el desarrollo de los salmónidos. Los peces alimentados con el aceite de camelina natural tuvieron un crecimiento similar, pero con menor contenido de AGPICL n-3 en su carne.

Los lípidos constituyen la fuente preferida de energía para la alimentación de los peces en criaderos industriales. La diferente composición de los aceites de fuentes terrestres y marinas puede hacer variar el coeficiente de digestibilidad, un indicador del porcentaje de un nutriente que es efectivamente absorbido por el organismo del pez. En este estudio, el coeficiente de digestibilidad fue más alto con el aceite de camelina natural que con las otras 2 dietas, una observación que ya se había hecho en estudios previos.

Según los autores, el aceite de camelina con EPA y DHA puede ser incluido en la dieta de los salmónidos, sin impacto negativo aparente en la digestibilidad de los ácidos grasos, en su absorción y su utilización. Además, señalan que la administración de EPA y DHA disminuyó el depósito de lípidos en los tejidos de los salmones. También hacen notar que los salmones estudiados tuvieron un peso inferior al de venta en el mercado (0.5 kg), con lo cual no se puede asegurar si los efectos de la intervención nutricional persisten hasta la edad de desarrollo completo del pez.

Existen otros beneficios potenciales asociados con el uso de aceite con alto contenido de EPA y DHA. Los ejemplares alimentados con este aceite tuvieron menores niveles de ácidos grasos saturados. Es sabido que estos ácidos aumentan la concentración de colesterol y favorecen los estados de hipercoagulabilidad, inflamación y resistencia a la insulina. Las recomendaciones actuales indican que el consumo de grasas saturadas debe hallarse entre el 7% y 10%.

La presencia de DHA en la dieta también produjo la inhibición de la síntesis endógena de AGPICL n-3, efecto que no se verifica cuando se administra solo EPA. No obstante, los autores consideran que, a pesar de la inhibición de la síntesis endógena, el efecto neto del DHA es incrementar los niveles de AGPICL n-3.

La mieloperoxidasa es una enzima presente en los neutrófilos con varias funciones, que incluyen la activación de los neutrófilos, la estimulación de los macrófagos y la contribución a la respuesta inflamatoria general. En este estudio no se observaron diferencias en los niveles de mieloperoxidasa entre las 3 dietas, lo que sugiere que no hubo variación en el número de leucocitos circulantes. Si bien no se observaron efectos sobre el sistema inmunitario innato (celular y humoral), los autores aclaran que muchos efectos adversos asociados con las dietas con aceites vegetales pueden observarse solamente ante un estímulo ambiental o patogénico.

En conclusión, el aceite proveniente de la oleaginosa Camelina sativa modificada genéticamente contiene 15% de AGPICL n-3 y cantidades apreciables de EPA y DHA, por lo que es útil como reemplazo del aceite de pescado en la alimentación del salmón atlántico de criaderos industriales, para producir peces con alto contenido de grasas poliinsaturadas.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Nutrición

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