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Asociación entre el Déficit de Vitamina B12 y la Disfunción Cognitiva

  • AUTOR : Kalita J, Misra U
  • TITULO ORIGINAL : Vitamin B12 Deficiency Neurological Syndromes: Correlation of Clinical, MRI and Cognitive Evoked Potential
  • CITA : Journal of Neurology 255(3):353-359, Mar 2008
  • MICRO : El déficit de vitamina B12 puede generar diferentes síndromes neurológicos, como la neuropatía periférica, los síntomas psiquiátricos y la demencia; en consecuencia, resulta fundamental efectuar un diagnóstico adecuado y administrar un tratamiento oportuno.

Introducción y objetivos

En general, el déficit de vitamina B12 causa diferentes síndromes neurológicos, como neuropatía periférica, síntomas psiquiátricos y demencia. Este déficit se observa en pacientes con anemia perniciosa y trastornos heredados del metabolismo de la vitamina B12. El uso de potenciales evocados permite observar la disfunción sensorial y motora en pacientes con degeneración combinada subaguda. Asimismo, los potenciales evocados visuales son de utilidad para detectar alteraciones visuales subclínicas en los mismos pacientes. En cambio, si bien se informaron trastornos cognitivos asociados con el déficit de vitamina B12, al momento del presente estudio (2008) no existían estudios al respecto, efectuados mediante potenciales evocados.

Este estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar las funciones cognitivas de los pacientes con diferentes síndromes asociados con déficit de vitamina B12 y su respuesta al tratamiento.

Pacientes y métodos

Participaron pacientes con déficit de vitamina B12, definido por la presencia de niveles séricos bajos o megaloblastosis. Luego de analizar en forma detallada la historia clínica de los pacientes, se llevó a cabo una evaluación cognitiva mediante la Mini Mental State Examination (MMSE), con el fin de detectar algún trastorno. Asimismo, los pacientes fueron evaluados con el objetivo de conocer la función visual y muscular y el perfil completo de laboratorio. La obtención de muestras de sangre en ayunas permitió analizar el nivel sérico de vitamina B12 mediante un inmunoanálisis de quimioluminiscencia directa. También, se evaluó la presencia de anticuerpos anticélulas parietales y se analizaron las alteraciones de la médula ósea mediante aspiración esternal. También, se efectuó resonancia magnética nuclear (RMN) espinal cervicodorsal. En algunos casos, también se hicieron evaluaciones mediante RMN craneal.

Para realizar los potenciales evocados cognitivos se aplicó el paradigma de discordancia con dos tipos de tonos: infrecuente o blanco y frecuente o no blanco, que se aplicaron con una frecuencia de 1 Hz. Los estímulos blanco representaron el 20% del total. Se solicitó a los pacientes que contaran mentalmente los tonos blanco.

Los pacientes recibieron tratamiento con inyecciones diarias de 1000 µg de vitamina B12 durante 10 días, que luego fueron espaciadas. Después de 3 meses, se llevó a cabo una evaluación clínica y cognitiva. La evolución se analizó según el funcionamiento, reflejado en el nivel de dependencia para realizar las actividades cotidianas.

Los resultados correspondientes a los pacientes se compararon frente a lo observado en un grupo control y de acuerdo con el resultado de la MMSE mediante pruebas de la t. El resultado de los potenciales evocados se analizó de acuerdo con la correlación con variables clínicas, radiológicas y de laboratorio. Dichos análisis tuvieron lugar mediante el programa SPSS 10.

Resultados

Participaron 36 pacientes, en su mayoría de sexo masculino, con una media de 50.6 años. Todos presentaban síndromes neurológicos asociados con déficit de vitamina B12 de 11.4 años de evolución en promedio. El nivel educativo varió entre 3 y 14 años. La mayoría de los pacientes era vegetariana. Treinta sujetos presentaron un nivel bajo de vitamina B12. Se detectó megaloblastosis de médula ósea en 20 pacientes evaluados. El 50% de los sujetos presentó anticuerpos antiparietales. Los participantes presentaban síndromes como mieloneuropatía, mieloneuropatía con deterioro cognitivo, mielopatía y deterioro cognitivo, entre otros. Quince pacientes tenían trastornos mnésicos, en tanto que 17 participantes presentaron un puntaje bajo en la MMSE. La demencia fue leve a moderada; también, se observaron trastornos atencionales y desorientación, entre otros cuadros. Los trastornos conductuales incluyeron agresividad, rigidez del pensamiento, ansiedad, alucinaciones visuales y delirios. También, se detectaron delirios paranoicos, grandiosidad, psicosis, alucinaciones y fuga de ideas.

La debilidad en los miembros inferiores fue grave, moderada o leve en 1, 3 y 10 pacientes. En algunos casos se observaron trastornos de los reflejos tendinosos, de la posición y vibración de las articulaciones y de la sensibilidad. Veinte pacientes presentaron anemia, en tanto que se observaron 25 casos con un volumen corpuscular medio elevado. Seis pacientes presentaron hipoalbuminemia. El aumento del nivel de la lactato deshidrogenasa se detectó en 14 de 21 casos. La evaluación mediante RMN tuvo lugar en 24 pacientes. Los hallazgos incluyeron hiperintensidad cervicodorsal, atrofia medular y protrusión de discos intervertebrales cervicales. Además, 14 pacientes fueron evaluados mediante RMN craneal, con hallazgo de lesiones hiperintensas en T2 en 3 casos y atrofia cortical difusa en un caso.

En 33 pacientes se efectuó la evaluación mediante potenciales evocados cognitivos. Se obtuvieron resultados significativamente alterados en comparación con los controles al evaluar la latencia P3 y el resultado de la MMSE, aunque no se verificaron diferencias significativas de amplitud entre ambos grupos. La obtención de resultados alterados en la MMSE se asoció con el aumento significativo de la latencia P3. No obstante, la amplitud CzP3[M1] no difirió significativamente según el resultado de la MMSE. La latencia CzP3 se correlacionó con variables como la edad, el nivel de hemoglobina, el volumen corpuscular medio y el puntaje de la MMSE.

Luego de 3 meses de seguimiento, 29 pacientes se recuperaron en forma completa y 2 sujetos, de manera parcial y funcional. Todos los participantes lograron una mejoría de la fuerza en los miembros inferiores y en 5 pacientes mejoró la posición articular, aunque no se observaron mejorías en los reflejos. Todos los pacientes presentaron mejoría de la conducta y en el puntaje de la MMSE. En 17 sujetos se repitieron los potenciales evocados y el registro de dicha evaluación. Quince pacientes presentaron una latencia P3 normal, en tanto que, en los casos restantes, la latencia fue prolongada. En comparación con lo observado al inicio del estudio, la latencia P3 y el puntaje de la MMSE mejoraron en forma significativa.

Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, el 47.2% de los pacientes con déficit de vitamina B12 presentó deterioro cognitivo asociado con el síndrome neurológico, en tanto que el 45.5% obtuvo resultados alterados en la evaluación mediante potenciales evocados. A diferencia de lo hallado por los autores, en estudios anteriores se informaron frecuencias bajas de disfunción cognitiva en pacientes con déficit de vitamina B12. Dichas discrepancias podrían vincularse con cuestiones metodológicas. De hecho, en un estudio realizado en pacientes mayores se halló una asociación entre el déficit de cobalamina, la disminución del puntaje de la MMSE y la presencia de trastornos conductuales.

El déficit cognitivo observado en la población evaluada en el presente estudio fue multifocal y afectó las funciones intelectuales, la memoria, la resolución de problemas y el recuerdo de las palabras. A diferencia de la enfermedad de Alzheimer, la demencia asociada con el déficit de vitamina B12 progresa en forma rápida, se asocia con mieloneuropatía y mejora ante la administración de la vitamina. Tanto la progresión rápida del deterioro cognitivo como la mielopatía y los trastornos observados mediante la RMN craneal en los participantes del presente estudio coincidieron con lo hallado en pacientes con encefalomielopatía por la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En este último caso, el cuadro coincide con la degeneración subaguda combinada. Asimismo, los pacientes con VIH pueden presentar hiperintensidades subcorticales de la sustancia blanca, seguidas por atrofia cortical. Si bien los pacientes evaluados en el presente estudio no presentaban infección por VIH y mejoraron luego del tratamiento con vitamina B12, según los autores es necesario contar con estudios sobre el papel del déficit de dicha vitamina y el cuadro cognitivo asociado con el VIH y otras enfermedades.

Los investigadores señalan que la evaluación de la función cognitiva mediante la MMSE puede resultar insuficiente; además, los resultados dependen del nivel educativo y la edad de los pacientes. Es posible que la evaluación efectuada en el presente estudio no haya permitido identificar la disfunción cognitiva en todos los casos. Al momento de este estudio no existía información adecuada sobre los resultados de la RMN craneal en pacientes con déficit de vitamina B12, aunque los resultados obtenidos en el presente estudio coinciden con las alteraciones de la RMN informadas en estudios anteriores efectuados en pacientes con déficit de esta vitamina. Lamentablemente, no fue posible repetir las evaluaciones mediante RMN durante el período de seguimiento con el fin de evaluar la reversibilidad de los hallazgos.

Los potenciales evocados cognitivos resultan útiles para evaluar a los pacientes con diferentes tipos de demencia en términos de respuesta al tratamiento. En el presente estudio, la latencia P3 fue prolongada entre los pacientes en comparación con lo observado en el grupo control. Además, los pacientes con un resultado alterado en la MMSE presentaron una prolongación mayor de dicha latencia en comparación con aquellos con un puntaje normal en la misma escala. La administración de vitamina B12 se asoció con la normalización de la MMSE en la mayoría de los casos, de acuerdo con lo observado luego de 3 meses de seguimiento. Dicha mejoría coincidió con la mejoría de la latencia P3. Es posible que la mejoría de la memoria se relacione con la normalización de las vías metabólicas en las que está involucrada la cobalamina.

Conclusión

El 47.2% de los pacientes con déficit de vitamina B12 evaluados en el presente estudio presentó deterioro cognitivo leve a moderado y reversible. La evaluación de la latencia P3 fue de utilidad para documentar esta disfunción y la respuesta al tratamiento con vitamina B12. En la mayoría de los casos, el cuadro clínico coincidió con la presencia de mielopatía o mieloneuropatía, en tanto que la administración de vitamina B12 mejoró el funcionamiento cognitivo. La evaluación de la latencia P3 puede ser de utilidad para identificar la causa del deterioro cognitivo, aunque es necesario contar con estudios adicionales al respecto.

Ref : NEURO, NUTRI.

Especialidad: Bibliografía - Neurología

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