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Causas y Consecuencias dela Obesidad en Personas Añosas

  • TITULO : Causas y Consecuencias dela Obesidad en Personas Añosas
  • AUTOR : Amarya S, Singh K, Sabharwal M
  • TITULO ORIGINAL : Health Consequences of Obesity in the Elderly
  • CITA : Journal of Clinical Gerontology and Geriatrics 5(3): 63-67, Sep 2014
  • MICRO : La mejor comprensión de los cambios de la composición corporal y de la distribución del tejido graso en los sujetos de edad avanzada ayudará, sin duda, a conocer las interacciones que existen entre la obesidad y la morbilidad, en estos individuos.

 

Introducción

En los países desarrollados, la expectativa de vida es de más de 70 años; según las estimaciones globales, 605 millones de personas en todo el mundo tienen más de 65 años. Además, se considera que en los próximos 30 años, el número aumentará hasta en un 300% en Asia y América Latina.

En la India, los porcentajes de habitantes en edad reproductiva (es decir de 15 a 59 años) y de personas retiradas (60 años o más) están en aumento, mientras que la población de 0 a 14 años es cada vez menos abundante.

El aumento de la edad en la población se asocia con incrementos considerables en la prevalencia de las afecciones no comunicables, tales como enfermedad coronaria, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, artrosis, cataratas, incontinencia urinaria y algunos tipos de tumores.

La obesidad es una de las enfermedades más comunes en los sujetos de edad avanzada; representa un problema importante de salud pública en todas las etapas de la vida, tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo. En los individuos mayores, la obesidad aumenta el riesgo de ciertas afecciones crónicas, de deterioro funcional y de mortalidad prematura. A partir de los 20 a 30 años se produce una declinación progresiva en la masa magra (MM); entre los 20 y los 70 años, disminuye hasta el 40% de la MM (músculo esquelético especialmente), en tanto que la masa grasa aumenta de forma considerable, para llegar a su máximo entre los 60 y los 70 años. La MM y la masa grasa declinan después de los 70 años.

Durante el envejecimiento se produce la redistribución de la masa grasa y de la MM; en comparación con la grasa corporal o la grasa subcutánea, se registra un mayor aumento relativo de la grasa intraabdominal; la disminución la MM es más importante en los tejidos periféricos, como consecuencia de la pérdida de músculo esquelético. La resistencia a la insulina, un trastorno frecuente en los sujetos de edad avanzada, se asocia con mayor depósito hepático y muscular de grasa.

 

Valoración de la obesidad en los sujetos seniles

El índice de masa corporal (IMC) es una medición que habitualmente se utiliza para conocer el riesgo clínico, relacionado con el peso corporal. En cambio, la valoración precisa de la masa grasa corporal es difícil.

El IMC, calculado a partir de la talla y el peso, se relaciona con la masa grasa, en los sujetos jóvenes y en los adultos de mediana edad. Según la Organización Mundial de la Salud, el IMC y la circunferencia de la cintura (CC) son mediciones útiles para conocer la obesidad. No obstante, el IMC no se considera apropiado en ciertas poblaciones, por ejemplo para los sujetos asiáticos. En el contexto del envejecimiento se producen cambios en la composición corporal (disminución de la MM y aumento de la masa grasa) y la compresión de los cuerpos vertebrales y la cifosis se asocian con reducción de la talla. La principal limitación de la valoración del IMC tiene que ver con que dicha medición no permite distinguir entre la masa grasa y la MM; además, las modificaciones en la talla mencionadas también pueden motivar estimaciones incorrectas del IMC.

 

Fisiopatogenia de la obesidad

El envejecimiento se asocia con una disminución de los principales componentes del gasto energético total (GET). La relación entre el consumo y el gasto energético es un determinante fundamental de la masa grasa corporal. Por ende, el incremento de la masa grasa que ocurre durante el envejecimiento puede ser atribuible a la mayor incorporación de energía, al menor gasto energético o a ambos fenómenos. La actividad física se reduce en las personas de edad avanzada y sería responsable de la mitad de la reducción del GET en este grupo de edad.

El envejecimiento también se vincula con menor secreción de hormona de crecimiento y testosterona, cambios asociados con disminución de la MLG y con aumento de la masa grasa.

 

Obesidad, capacidad funcional y trastornos crónicos

La obesidad puede exacerbar la declinación de la función física, relacionada con la edad. Las actividades cotidianas y la movilidad se comprometen considerablemente en las personas con sobrepeso u obesidad. El IMC se relaciona, en forma inversa, con el rendimiento físico en las personas seniles.

La prevalencia de diversos trastornos, entre ellos diabetes, hipertensión arterial, artrosis, enfermedad cardiovascular, incontinencia urinaria y diversos tipos de tumores, se incrementa en las personas de edad avanzada.

 

Obesidad y síndrome metabólico

El síndrome metabólico y la diabetes tipo 2 se vinculan fuertemente con el sobrepeso y la obesidad. Según el National Institutes of Health, los sujetos de edad avanzada tienen más riesgo de presentar obesidad intraabdominal y síndrome metabólico. Todos los componentes de este síndrome (exceso de grasa abdominal, resistencia a la insulina, dislipidemia e hipertensión arterial) son muy comunes en los sujetos de edad avanzada. La frecuencia de síndrome metabólico aumenta con la edad; la incidencia máxima se observa entre los 50 y los 70 años en los hombres y entre los 60 y los 80 años en las mujeres. El incremento de la grasa intraabdominal en los hombres y las mujeres de 70 a 79 años sugiere la presencia de síndrome metabólico.

 

Obesidad, diabetes e hipertensión arterial

Según el Expert Committee on the Diagnosis and Classification of Diabetes and Classification of Diabetes Mellitus de 1997, después de los 30 años, la glucemia en ayunas se incrementa en 1 a 2 mg/dl, en tanto que la glucemia posprandial aumenta en 10 a 20 mg/dl. En la India, la prevalencia de diabetes tipo 2 es de 31.7% y se estima que se elevará hasta un 79.4% en 2030.

Alrededor del 30% al 50% de los sujetos de 65 años o más tienen hipertensión arterial. La obesidad se correlaciona con esta complicación, incluso en los sujetos de edad avanzada. La CC es un factor predictivo independiente de hipertensión arterial; según algunos estudios, la CC tendría mejor valor de predicción, en comparación con el IMC.

 

Obesidad, artritis y artrosis

La prevalencia de artritis es del 0.5% al 3.8% en las mujeres y del 0.15% al 1.37% en los hombres; la incidencia máxima se observa en los individuos añosos. La artrosis de las articulaciones que soportan peso también es muy común en esta población.

 

Obesidad y enfermedad cardiovascular

La prevalencia de enfermedad cardiovascular ha aumentado en los últimos años en la India; en la actualidad, el riesgo supera ampliamente al registrado en otros países. Las complicaciones cardiometabólicas, vinculadas con la obesidad, se relacionan con la adiposidad central. Diversos trabajos sugirieron que la obesidad aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares en los sujetos de edad avanzada. Sin embargo, los estudios longitudinales indicaron un mayor riesgo en los hombres seniles, pero no necesariamente en las mujeres añosas. El aumento del IMC en los varones se asocia con mayor riesgo de enfermedad coronaria, infarto agudo de miocardio fatal y no fatal y de mortalidad por causas cardiovasculares. En algunos trabajos, no así en otros, las mujeres obesas de edad avanzada tuvieron un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

 

Obesidad y trastornos pulmonares

La obesidad abdominal se asocia con trastornos de la función respiratoria, síndrome de hipoventilación y apnea obstructiva del sueño. En un estudio prospectivo de 5 años, los varones obesos tuvieron los valores más altos, en términos del índice de apnea e hipopnea. El mayor peso de la pared torácica compromete la adaptabilidad del tórax, incrementa el trabajo de los músculos respiratorios y disminuye la ventilación. Los pacientes obesos, especialmente los hombres, están particularmente predispuestos a presentar apnea del sueño.

 

Obesidad y otros trastornos

Según la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad representan los principales factores evitables de cáncer, después del tabaquismo. La incidencia de cáncer aumenta en relación con la edad; más del 12% al 23% de todos los tumores se presentan después de los 65 años. La obesidad incrementa el riesgo de ciertas neoplasias en particular, por ejemplo, de mama, colon, vesícula, páncreas, riñón, vejiga, útero, cuello de útero y próstata. El análisis conjunto de 8 trabajos en los cuales se incluyeron más de 300 000 mujeres reveló que, en las pacientes posmenopáusicas, el IMC igual o superior a 28 kg/m2 se asocia con un 26% más de riesgo de cáncer de mama, en comparación con las mujeres con IMC < 21 kg/m2.

La prevalencia de incontinencia urinaria (IU) es del 5% al 25% en los hombres y del 7% al 42% en las mujeres. La obesidad aumenta considerablemente el riesgo de IU en las personas de edad avanzada; el incremento de la frecuencia de IU se relaciona de modo directo con el aumento del IMC.

El 20% de todos los casos de ceguera ocurre en la India; las cataratas representan la principal causa de pérdida de la visión es ese país, en el cual la prevalencia de esta enfermedad es mayor, en comparación con los países occidentales. Se estima que los trastornos visuales asociados con la presencia de cataratas afectan a alrededor del 20% de los sujetos de 65 años o más. Diversos trabajos en los cuales se analizaron pacientes de 60 años o más sugirieron que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de cataratas.

 

Recomendaciones terapéuticas. Conclusión

La mejor calidad de vida de los sujetos de edad avanzada debería ser un objetivo esencial de cualquier estrategia terapéutica. En este contexto, debe prestarse especial atención a evitar la pérdida de masa muscular y de masa ósea, asociada con la pérdida del peso corporal.

Los individuos de edad avanzada, por lo general, reciben múltiples fármacos por diversas enfermedades, de modo que el agregado de agentes específicos para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad puede ser problemático. El orlistat representa el único agente aprobado para la obesidad. Este fármaco se une a las lipasas intestinales y evita la absorción de hasta el 30% de las grasas de la dieta. El tratamiento con orlistat se correlaciona con una pérdida de peso del 8% al 10% en un año. La esteatorrea y otras manifestaciones gastrointestinales son los efectos adversos más frecuentes asociados con el tratamiento con orlistat. La eficacia y la seguridad serían similares en los sujetos de edad avanzada, respecto del resto de los enfermos. La sibutramina, un agente de acción central que inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, ha sido retirada del mercado en distintos países.

La mayoría de los pacientes obesos sometidos a cirugía bariátrica tiene 60 años o más. Este tipo de cirugía está indicado en los enfermos con IMC > 40 kg/m2 y en los sujetos con IMC de 35 a 40 kg/m2, en combinación con otras enfermedades importantes, tales como apnea obstructiva del sueño, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, pasibles de mejorar con la reducción del peso corporal. Sin embargo, no todos los pacientes ancianos y obesos son candidatos para la cirugía bariátrica.

En los pacientes de edad avanzada, la obesidad se asocia con consecuencias clínicas y funcionales de consideración. Los estados de inflamación crónica y los cambios endocrinos contribuyen, de manera significativa, a las modificaciones en el metabolismo y la composición corporal que ocurren en las personas de edad avanzada. En general, el tratamiento debe estar destinado a la reducción de la grasa intraabdominal y a la preservación de la masa muscular y la fuerza, mediante una dieta adecuada y actividad física. La implementación de cualquier estrategia debe contemplar los posibles efectos adversos, asociados con la pérdida de peso, sobre la masa muscular y ósea.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Geriatría

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