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Distribución Mundial de los Factores de Riesgo por Nivel de Pobreza

  • AUTOR : Blakely T, Hales S, Kieft C y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : The Global Distribu tion of Risk Factors by Poverty Level
  • CITA : Bulletin of the World Health Organization 83(2):118-126, Feb 2005
  • MICRO : Estimación de la relación individual entre pobreza e insuficiencia ponderal, tabaquismo, alcoholismo, recursos sanitarios y sobrepeso.

Introducción

La asociación entre el estrato socioeconómico y los factores de riesgo para la salud varía según la época considerada y la localización geográfica. En los países de ingresos medios y bajos -cerca del 80% de la población mundial- esta relación podría diferir de la observada en los países de ingresos altos. Los autores tuvieron por objetivo describir la asociación entre pobreza y prevalencia de los factores de riesgo más importantes para la salud individual entre los 5 billones de personas que viven en las regiones de menores recursos. El estudio formó parte del proyecto de Evaluación de Riesgo Comparativo de la OMS. Se consideraron 6 factores de riesgo en múltiples regiones del mundo: bajo peso, tabaquismo, alcoholismo, acceso sólo a agua no apta para el consumo, sistema sanitario e higiene, exposición a polución ambiental en ambientes cerrados, y sobrepeso u obesidad.

Métodos

La OMS divide el mundo en 6 regiones generales: Africa, América, Mediterráneo oriental, Europa, Sudeste de Asia y Oeste del Pacífico. Estas se dividen en subregiones según los niveles de mortalidad infantil y de adultos: a) muy baja mortalidad infantil y de adultos; b) baja mortalidad infantil y muy baja de adultos; c) baja mortalidad infantil y muy alta mortalidad de adultos; d) alta mortalidad infantil y de adultos; e) alta mortalidad infantil y muy alta de adultos. En este estudio no se considera la subregión A.

Los autores siguieron 4 pasos: 1) establecieron la asociación entre los factores socioeconómicos y los factores de riesgo dentro de cada subregión determinada por la OMS; 2) para compatibilizar, luego generalizaron los resultados hallados en el paso 1 en riesgos relativos para cada nivel de ingreso; 3) estimaron la prevalencia de cada factor de riesgo dentro de cada nivel de las subregiones de la OMS; 4) por último, se estimaron los riesgos para cada población, previa modificación de su condición socioeconómica.

1) Asociación entre el nivel socioeconómico y los factores de riesgo

Para evaluar la desnutrición infantil, el acceso sólo a agua no apta para el consumo, el sistema sanitario y el riesgo de obesidad materna se utilizaron los datos del Demographic and Health Survey (DHS). Para estimar la polución ambiental en ambientes cerrados y el consumo de tabaco y alcohol se utilizó el Living Standars Measurement Study (LSMS). Mediante otras escalas se estableció el acceso a electricidad, nivel educacional, materiales de construcción y pertenencia a áreas rurales o urbanas. Luego se calcularon los puntajes correspondientes a cada subregión.

2) Riesgo relativo correspondiente a cada factor según el nivel de ingreso

Mediante datos del Banco Mundial se estimó la distribución de la pobreza dentro de 76 países y las distintas subregiones de la OMS. Los parámetros fueron los siguientes: ingreso menor a US$ 1/día, entre US$ 1 y US$ 2/día, y mayor a US$ 2/día. Después de calcular la prevalencia de cada factor de riesgo dentro de cada nivel de ingreso, los autores compararon los riesgos relativos mediante la comparación entre aquellos con un ingreso menor de US$ 1/día y aquellos con un ingreso entre US$ 1 y US$ 2/día. También estimaron los riesgos relativos de aquellos que tenían un ingreso diario de exactamente US$ 2 respecto de aquellos cuyo ingreso era mayor de US$ 2/ día, usando la prevalencia predicha de US$ 2/día.

3) Prevalencia de los factores de riesgo dentro de cada nivel de ingreso

El paso 2 es el más adecuado para estimar las asociaciones de los riesgos relativos dentro de cada subregión. Sin embargo, la mejor estimación de la prevalencia general de un factor de riesgo para cada subregión fue proporcionada por otros equipos de evaluación afectados al proyecto financiado por la OMS.

4) Porcentajes de riesgo atribuibles a la población

Estos porcentajes se calcularon para 3 situaciones: cada sujeto en cada subregión que vive con menos de US$ 2/día adopta la prevalencia de factores de riesgo de aquellos que viven con más de US$ 2/día. Cada sujeto en cada subregión que vive con menos de US$ 2/día adopta la prevalencia de factores de riesgo de aquellos que viven con exactamente US$ 2/día, y la mitad de la población de cada subregión que vive con menos de US$ 1/día adopta la prevalencia de factores de riesgo de aquellos que viven con más de US$ 1/día.

Resultados

Varios patrones resultan evidentes. Primero, señalan los autores, hay fuertes asociaciones en todas las subregiones de la OMS entre pobreza absoluta y desnutrición infantil, acceso sólo a agua no apta para el consumo, malas condiciones sanitarias y exposición a polución ambiental en ambientes cerrados.

En lo que se refiere al consumo de tabaco y alcohol y sobrepeso, se observaron variaciones entre las distintas subregiones. No obstante, en todas ellas el consumo de alcohol fue menor entre los que vivían con menos de US$ 1 o US$ 2/día. En general, en el sobrepeso se obtuvieron datos similares, aunque sólo en las subregiones más pobres, donde el sobrepeso era menos frecuente, hubo una fuerte asociación entre éste y mayor ingreso.

En los porcentajes promedio de los riesgos de pobreza para toda la población, lo que incluye a todas las subregiones de la OMS, se advirtió, por ejemplo, que si los niños más pobres tuvieran la misma prevalencia de desnutrición que los niños que viven con más de US$ 2/día, la prevalencia general de desnutrición sería un 37% inferior. Las estimaciones del riesgo atribuible a la polución ambiental en ambientes cerrados fueron de similar magnitud y resultaron mayores para las condiciones sanitarias menos favorables. Los riesgos atribuibles al consumo de tabaco fueron menores y fluctuantes entre las diversas regiones, en tanto que su asociación con la pobreza fue más débil y mucho más variable.

Discusión

Estos resultados muestran aproximadamente la carga representada por los factores de riesgo correspondientes a la pobreza absoluta. Entre las limitaciones las limitaciones del presente trabajo se observa que no hubo datos correspondientes a la presión arterial ni al colesterol en relación con el nivel socioeconómico en las regiones de bajos y medianos ingresos. No obstante, fue posible reunir información correspondiente a alcoholismo y tabaquismo.

Cabe señalar que los autores respaldan, en general, las recomendaciones de la OMS respecto de la conveniencia de un «perfeccionamiento de los sistemas de control y un mejor acceso a la información general». A su vez, destacan que la relación entre la pobreza y la salud es bidireccional: la salud proporciona los medios para salir de la pobreza, aunque también los gastos en salud pueden acercar al individuo a la situación de pobreza. Por lo tanto, cabe más interpretar los resultados de este estudio como un intento por señalar los factores de riesgo ocasionados por la pobreza absoluta que como estimaciones cuantitativas de asociaciones causales.

Teniendo en cuenta las limitaciones mencionadas, los hallazgos de los autores se corresponden con los resultados de otros estudios que demuestran una asociación entre pobreza y múltiples factores de riesgo para la salud. La pobreza es definida como la subsistencia con menos de US$ 2/día, y las asociaciones que aquí se comunican son consideradas causales, dado que los porcentajes de desnutrición infantil, de acceso sólo a agua no apta para el consumo, de malas condiciones sanitarias y de polución ambiental dentro de ambientes cerrados atribuibles a la pobreza resultan sustanciales.

Los parámetros de consumo de tabaco y obesidad se corresponden con las tendencias históricas en los países desarrollados. La población de los sectores socioeconómicos de ingresos altos muestra una tendencia a adoptar precozmente nuevas conductas (por ejemplo, con respecto al tabaquismo) para favorecer el buen estado de salud, en tanto que la población de los sectores socioeconómicos más bajos tiende a adoptar estas conductas más tarde. Esta transición ha ocurrido a distinto tiempo en los países de bajos y medianos ingresos.

El término «doble carga de enfermedad» se ha utilizado para describir poblaciones afectadas por trastornos nutricionales y enfermedades infectocontagiosas antiguas y también por enfermedades crónicas de última generación. Esta doble carga surge de una «transición epidemiológica», en la que las enfermedades no contagiosas se incrementan entre los más favorecidos, y las enfermedades contagiosas y trastornos nutricionales persisten entre los más pobres. Durante el siglo XXI, muchos factores adversos, como el tabaquismo, alcoholismo y obesidad, pueden volverse más prevalentes entre los individuos más pobres de las regiones más pobres. Las enfermedades contagiosas y trastornos nutricionales que pueden persistir resultarían en una doble carga de enfermedad concentrada no sólo en las regiones de mayor pobreza, sino también en los individuos pobres de estas regiones.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica

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