Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Eficacia de la Rufinamida en Pacientes Epilépticos Graves

Eficacia de la Rufinamida en Pacientes Epilépticos Graves

  • TITULO : Eficacia de la Rufinamida en Pacientes Epilépticos Graves
  • AUTOR : Jaraba S, Santamarina E, Falip M y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Rufinamide in Children and Adults in Routine Clinical Practice
  • CITA : Acta Neurologica Scandinavica 135(1):122-128, Ene 2017
  • MICRO : La rufinamida es una droga eficaz para el tratamiento de los pacientes con epilepsias graves, incluido el síndrome de Lennox-Gastaut. Dicha eficacia tuvo lugar tanto en niños como en adultos.

Introducción y objetivos

Los pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut (SLG) presentan crisis epilépticas múltiples e intratables, un patrón electroencefalográfico (EEG) anormal caracterizado por espigas y ondas lentas generalizadas y ritmos rápidos y difusos durante el sueño, y un trastorno mental y conductual progresivo. El tratamiento de estos pacientes es complejo ya que la respuesta a los fármacos antiepilépticos es heterogénea y depende del patrón de crisis. A esto se suma la presencia de comorbilidades que requieren tratamiento adicional. En consecuencia, generalmente se observa resistencia al tratamiento.

La rufinamida es una droga antiepiléptica nueva y eficaz como complemento del tratamiento de los niños y adultos con crisis focales generalizadas, asociadas con el SLG o casos aislados de epilepsia idiopática generalizada. El fármaco se encuentra aprobado para su empleo en niños con SLG y presenta un nivel considerable de eficacia en pacientes con crisis tónicas y atónicas. El mecanismo de acción de la rufinamida incluye la inhibición de la hiperexcitabilidad neuronal y la estabilización de las membranas celulares mediante la modulación de la actividad de los canales de sodio. Además, la rufinamida es antagonista de los receptores glutamatérgicos mGluR5, lo cual estaría asociado con la disminución de la señalización excitatoria.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la eficacia de la rufinamida en la práctica clínica, en niños y adultos con SLG, otras encefalopatías epilépticas o epilepsias focales resistentes al tratamiento.

Pacientes y métodos

El estudio fue retrospectivo y se llevó a cabo mediante la revisión de casos correspondientes a pacientes tratados en forma complementaria con rufinamida debido a la presencia de SLG u otros tipos de epilepsias. Todos los pacientes tenían epilepsia resistente al tratamiento, con crisis focales o generalizadas de alta frecuencia. El tratamiento inicial consistió en la administración complementaria de rufinamida. El período de seguimiento fue de un año como mínimo. Los diagnósticos fueron efectuados de acuerdo con los criterios de la International League Against Epilepsy (ILAE) y los resultados de la evaluación se efectuaron mediante EEG y resonancia magnética (RM).

La evaluación inicial incluyó la valoración de los tipos y la cantidad de crisis. El efecto de la rufinamida fue evaluado de acuerdo con lo referido por los pacientes o sus cuidadores. También se evaluó el cambio clínico global. La respuesta al tratamiento se definió ante la disminución mayor o igual al 50% de la frecuencia de las crisis. El perfil de seguridad del fármaco fue evaluado luego de iniciar el tratamiento. Los datos fueron analizados en forma descriptiva, en tanto que las comparaciones se efectuaron mediante el programa SPSS. La diferencia entre los grupos se analizó mediante las pruebas de Pearson o de Fisher para las variables categóricas, y de Student o Mann-Whitney para las variables continuas.

Resultados

El análisis se llevó a cabo en un total de 58 pacientes, el 69% de los cuales era de sexo masculino. La mayoría de los pacientes recibieron el diagnóstico de encefalopatía epiléptica. Dicho grupo incluyó 25 casos de SLG, 12 casos de encefalopatías epilépticas diferentes del SLG y 21 casos de epilepsia focal, principalmente frontal. El 84.5% de los participantes eran adultos, en tanto que el 15.5% eran niños. La etiología más frecuente fue la hipoxia perinatal, seguida por las malformaciones corticales. En el 50% de los casos no se conocía la etiología del cuadro clínico. Seis de los 9 niños incluidos en el estudio presentaban SLG, en tanto que el resto tenían encefalopatías epilépticas similares desde el punto de vista clínico, aunque no presentaban la tríada característica del SLG. Los niños restantes presentaban epilepsia focal frontal o temporal. La edad de inicio osciló entre algunos meses y los 3 años. Todos los participantes tenían resistencia al tratamiento con más de un fármaco.

Antes de iniciar el tratamiento con rufinamida se observó una frecuencia media de crisis tónicas/atónicas de 24.1 episodios cada 28 días. En cuanto a las crisis tónico-clónicas generalizadas, la frecuencia observada fue de 3.3 episodios cada 28 días. Las crisis atípicas de ausencia tuvieron una frecuencia de 34.9 episodios cada 28 días, en tanto que la frecuencia de otras crisis focales fue de 22.4 episodios cada 28 días.

La dosis media diaria de rufinamida fue de 1539.6 mg, es decir, 26 mg/kg. La dosis media diaria fue inferior en los niños que en los adultos, aunque el promedio de dosis estimado en mg/kg fue mayor entre los primeros. Las drogas antiepilépticas más utilizadas en combinación con la rufinamida incluyeron el levetiracetam y el valproato. La combinación de 3 fármacos más empleada incluyó el uso de valproato, levetiracetam y rufinamida.

El 56.9% de los pacientes continuaba el tratamiento con rufinamida a los 12 meses de seguimiento, en tanto que el 43.1% interrumpió dicha terapia durante el seguimiento. En cuanto al subgrupo de pacientes con SLG, el índice de retención fue del 64%. La mayoría de las discontinuaciones tuvieron lugar debido a la ausencia de eficacia del tratamiento, en tanto que sólo 5 pacientes interrumpieron la terapia debido a la presencia de eventos adversos. La administración de rufinamida se asoció con una disminución estadísticamente significativa de la frecuencia de las crisis tónico-clónicas generalizadas a los 6 y 12 meses de seguimiento. Lo mismo se observó al considerar las crisis mioclónicas, atónicas o tónicas a los 12 meses de seguimiento y las crisis focales a los 6 meses de éste. Además, los pacientes que presentaban crisis de ausencias alcanzaron una mejoría notoria, de acuerdo con lo señalado por los informantes.

La evaluación de los individuos con crisis tónico-clónicas que continuaron el tratamiento con rufinamida durante al menos 12 meses indicó la ausencia completa de crisis en el 31.6% de los casos y la presencia de respuesta en el 73.6% de los pacientes. No se observaron casos de empeoramiento de las crisis. En cuanto a los pacientes con crisis tónicas, atónicas o mioclónicas que continuaron el tratamiento durante al menos 12 meses, el 16.7% y el 56.7% presentaron ausencia total de crisis y respuesta al tratamiento, respectivamente. En este caso tampoco se observó el empeoramiento de las crisis. Asimismo, el 48.3% de los pacientes presentó una mejoría global considerable. No fue posible evaluar las diferencias de eficacia entre las distintas combinaciones de fármacos antiepilépticos.

El 36.2% de los pacientes presentó eventos adversos. Ningún enfermo manifestó eventos adversos graves. Los cuadros más frecuentes incluyeron las náuseas, los vómitos y la disminución ponderal. El 8.6% de los pacientes interrumpió el tratamiento. La resolución de los eventos adversos tuvo lugar sin necesidad de modificar la dosis de rufinamida en la mayoría de los casos, aunque 7 pacientes requirieron una disminución de la dosis o del ritmo de titulación de la droga en estudio. El diagnóstico de SLG y otras encefalopatías epilépticas se asoció con un aumento de la frecuencia y de los efectos incapacitantes de las crisis antes del inicio del tratamiento con rufinamida, en comparación con lo observado en presencia de epilepsias focales. No obstante, no se observaron diferencias entre ambos grupos de pacientes en cuanto a la eficacia, los efectos adversos o el cambio clínico global generado por la droga. La impresión clínica global tampoco difirió según el lugar de origen de las crisis.

Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, el tratamiento complementario con rufinamida resulta eficaz y bien tolerado en niños y adultos con crisis focales refractarias y encefalopatías epilépticas como el SLG. El fármaco fue eficaz en pacientes con crisis tónico-clónicas, atónicas y tónicas, entre otros cuadros. La mejoría observada a los 12 meses de seguimiento fue notoria. En coincidencia con lo hallado por otros autores, no se observaron diferencias significativas de eficacia entre los pacientes con encefalopatías epilépticas y aquellos con epilepsias focales. Además, los sujetos con SLG presentaron el índice de retención más elevado.

Las crisis asociadas con el SLG son debilitantes. A diferencia de lo registrado en otros estudios, no se observó un empeoramiento sintomático al inicio del tratamiento con rufinamida, aunque no queda claro el motivo de dicho hallazgo. Debe considerarse que la dosis media diaria de rufinamida empleada en el presente estudio fue inferior a la administrada en otras investigaciones. La discontinuación del tratamiento con rufinamida se verificó en un tercio de los pacientes, y la mitad de estas interrupciones se debieron a la ausencia de eficacia del tratamiento. Es posible que la dosis administrada haya sido baja, lo cual habría favorecido dicha discontinuación.

En coincidencia con lo informado en estudios anteriores, la rufinamida fue bien tolerada. La mayoría de los eventos adversos observados ante su administración fueron leves, en tanto que la interrupción del tratamiento vinculada con la aparición de eventos adversos tuvo lugar sólo en el 8.6% de los pacientes. Además, el perfil de eventos adversos coincidió con lo mencionado por otros autores. Es posible que la disminución ponderal o del apetito asociada con el uso de rufinamida sea beneficiosa en determinados pacientes internados que reciben fármacos que generan aumento ponderal. Por último, el perfil de tolerabilidad de la rufinamida no difirió según la edad de los pacientes.

Conclusión

La rufinamida es un fármaco eficaz y bien tolerado al utilizarse como complemento del tratamiento con otras drogas antiepilépticas en niños y adultos con epilepsias graves como el SLG.

Especialidad: Bibliografía - Neurología

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar