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El Empleo de Nebivolol Mejoraría la Función Eréctil en Hombres con Hipertensión Arterial Esencial Tratada con Otros Betabloqueantes

  • AUTORES : Douma M, Tsakiris A, Giamarellou H y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL :  Beneficial Effects of Switching from beta-Blockers to Nebivolol on the Erectile Function of Hypertensive Patients
  • CITA : Asian Journal of Andrology 8(2):177-182, Mar 2006
  • MICRO : Según este trabajo, el cambio de la terapéutica con betabloqueantes por nebivolol en pacientes con hipertensión arterial esencial podría tener un efecto favorable sobre la disfunción eréctil, mediada por el óxido nítrico.

Introducción

En el momento de la realización de este trabajo, se estimaba que más de cien millones de hombres padecían disfunción eréctil (DE) en el mundo. Este trastorno se define como la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección suficiente que permita un desempeño sexual satisfactorio. En hasta el 25% de los casos se relaciona con efectos secundarios de diversos fármacos, entre ellos, los betabloqueantes. La DE ejerce un efecto importante sobre la calidad de vida de los hombres y sus parejas sexuales.

El objetivo de este estudio, prospectivo y abierto, fue evaluar el efecto de la sustitución de los betabloqueantes por nebivolol sobre la función eréctil en pacientes con hipertensión arterial esencial, con DE o sin ella, dado que este agente provoca vasodilatación, posiblemente mediante la inducción de la producción de óxido nítrico, compuesto que desempeña un papel central en la función eréctil.

Materiales y métodos

Se incluyeron 44 pacientes de entre 31 y 65 años, en seguimiento ambulatorio, con hipertensión arterial tratada con una dosis de atenolol de entre 50 y 100 mg diarios (mg/d), metoprolol 100 mg/d o bisoprolol 10 mg/d por más de 6 meses, sin antecedentes de patologías hepáticas ni cardíacas, insuficiencia renal, diabetes mellitus o hipertensión arterial secundaria.

Se registraron diversos parámetros como datos demográficos, consumo de alcohol o cigarrillos, y se efectuó un examen clínico minucioso para detectar alteraciones genitales como fimosis, hipospadias o signos de hipogonadismo o de hiperplasia prostática. Ante la detección de estos trastornos, los pacientes eran derivados al Departamento de Urología y excluidos del estudio.

En los participantes se obtuvieron 3 mediciones consecutivas de la presión arterial con el empleo de un esfigmomanómetro de mercurio. Se consideró como el valor medio al registro obtenido en la segunda y la tercera determinación.

Para la evaluación de la DE, los participantes completaron el International Index for Erectile Function (IIEF), que consta de 15 preguntas y aporta información sobre la función eréctil, la satisfacción durante las relaciones sexuales, el deseo sexual, la función orgásmica y el grado de satisfacción general. Este cuestionario permite clasificar la DE en ausente, leve, moderada o grave, según el puntaje obtenido en las respuestas.

Los pacientes interrumpieron el tratamiento que recibían y comenzaron con una dosis equipotente de nebivolol de entre 5 y 10 mg diarios, sin realizar otros cambios en la terapéutica. Después de 3 meses, completaron el mismo cuestionario.

En el análisis estadístico se empleó la prueba de la t pareada para comparar los puntajes de la función eréctil antes y después del cambio del tratamiento. Los datos se presentaron como la media de los valores ± desviación estándar (DE) y se consideró el valor de p < 0.05 como significativo.

Resultados

En la comparación efectuada antes del empleo de nebivolol y a los 3 meses de tratamiento con el fármaco no se detectaron diferencias significativas en parámetros como peso corporal, consumo de cigarrillos y alcohol, presión arterial sistólica (media 164.2 mm Hg ± 14.3 frente a 165.1 mm Hg ± 14.7), presión arterial diastólica (91.3 mm Hg ± 5.2 contra 90.8 mm Hg ± 5.1) ni frecuencia cardíaca (61 latidos por minuto ± 7 y 62 ± 8).

Según el cuestionario, se detectó DE en 29 de los 44 participantes (65.9%), la cual se clasificó como grave (puntaje IIEF entre 6 y 10); moderada (entre 11 y 16); y leve (entre 17 y 25) en 8 (18.2%), 13 (29.5%) y 8 (18.2%) hombres, respectivamente.

En términos globales, se observó una mejoría significativa tras 3 meses de tratamiento con el cambio por este betabloqueante altamente selectivo para los receptores beta-1 en 20 de los 29 participantes con DE de cualquier grado (69%) y, de éstos, en 11 se halló una función eréctil normal, con un puntaje en el cuestionario entre 26 y 30.

De los 8 hombres con DE grave, 6 presentaron mejorías a valores considerados como disfunción moderada y en uno se observó un puntaje indicativo de disfunción leve.

En relación con los 13 pacientes con DE moderada, no se observaron cambios en 6, uno mejoró a DE de grado leve y 5 recuperaron la normalidad.

Al analizar los datos de los 8 participantes con DE leve, 6 lograron una función eréctil normal, mientras que ésta persistió dentro de la normalidad en los pacientes sin DE, si bien 3 presentaron un deterioro leve y 6, una mejoría también leve.

Asimismo, se objetivaron mejorías estadísticamente significativas de la media en el puntaje de la función eréctil, la cual se incrementó de 17.22 a 22.09 puntos y en la media del número mensual de relaciones sexuales, que aumentó de 3.41 a 6.38.

Al final del estudio, 2, 12 y 4 de los participantes presentaron puntajes de DE grave, moderada y leve, respectivamente.

Discusión

Según los hallazgos de este estudio, la sustitución de betabloqueantes por nebivolol para el tratamiento de la hipertensión arterial esencial se asoció con una mejoría significativa de la función eréctil en los participantes, incluso, algunos recuperaron los valores normales.

Los betabloqueantes parecen ejercer un efecto negativo sobre la función eréctil observándose con dosis diarias superiores a 120 mg/d con el propranolol, mientras que con el atenolol el efecto negativo es más leve en comparación con el del propranolol y dependiente de la dosis utilizada. Además, el atenolol en dosis que varían entre 50 y 100 mg por día deteriora de manera significativa la capacidad para mantener erecciones y parece asociarse con un mayor deterioro de la función eréctil en comparación con otros antihipertensivos como lisinopril y valsartán, si bien su uso en dosis bajas parece ejercer un efecto menos perjudicial sobre esta función.

El mecanismo exacto de la DE causada por los betabloqueantes no está totalmente dilucidado y podría deberse a la interferencia con la función del sistema adrenérgico, aunque los datos recientes sugieren que la vasoconstricción periférica inducida o provocada por esta clase de fármacos podría no explicar los efectos sobre la función eréctil ya que, en un trabajo previo, el carvedilol, un betabloqueante con actividad vasodilatadora, deterioró de forma marcada la función sexual en comparación con el bloqueante del receptor de la angiotensina II valsartán.

La erección del pene es un fenómeno neurovascular complejo en el que intervienen el incremento del flujo sanguíneo arterial y la relajación del músculo liso del cuerpo cavernoso y en cuya fisiología el óxido nítrico cumple un papel central. Se ha informado que este compuesto, derivado de la inervación autonómica del pene, actúa de manera local como un neurotransmisor no noradrenérgico y no colinérgico para provocar un incremento de la concentración intracelular de guanosina-monofosfato cíclico (GMPc), que conlleva la relajación del músculo liso.

El fármaco estudiado es una mezcla racémica de los enantiómeros D y L. La propiedad betabloqueante reside en el enantiómero D y su efecto vasodilatador se atribuyó, tanto en seres humanos como en animales, al enantiómero L. Según los datos experimentales, el óxido nítrico derivado del endotelio desempeña un papel central en la vasodilatación inducida por este agente. En investigaciones realizadas en seres humanos incrementó el flujo sanguíneo en el antebrazo de personas hipertensas y normotensas, efecto que fue anulado por la NG- monometil-L-arginina (L-NMMA), un inhibidor del óxido nítrico. Incluso, se ha determinado que el nebivololincrementa la liberación basal y luego de una estimulación de óxido nítrico endotelial en pacientes con hipertensión esencial, por lo que podría ejercer su efecto sobre la función eréctil por medio de la liberación de este compuesto.

A partir de los resultados del estudio, los autores sugieren que el nebivolol tiene un efecto beneficioso sobre la función eréctil en los pacientes hipertensos con DE tratados con betabloqueantes. Se requieren estudios a doble ciego, prospectivos, aleatorizados, controlados con placebo y con mayor cantidad de participantes para confirmar esta información y verificar el efecto del fármaco estudiado sobre la función eréctil.

Ref : CARDIO, NEBIX.

 

 

Especialidad: Bibliografía - Cardiología

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