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Relación entre Grasa Corporal y Factores de Riesgo Metabólicos

  • AUTOR : Lena Vega G, Adams-Huet B, Peshock R y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Influence of Body Fat Content and Distribution on Variation in Metabolic Risk
  • CITA : Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 91(11):4459-4466, Nov 2006
  • MICRO : La circunferencia de la cintura y el índice de masa corporal predicen factores de riesgo metabólicos en mujeres, mientras que en los hombres la mayor parte del poder predictivo deriva del primer parámetro.

Introducción

La obesidad se asocia con un conjunto de factores de riesgo metabólicos para enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2. Estos factores de riesgo incluyen dislipidemia, hipertensión arterial, hiperglucemia y estados protrombóticos y proinflamatorios. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador de obesidad de amplio uso; no obstante, la circunferencia de la cintura (CC) puede presentar una correlación más fuerte con los eventos patológicos.

La acumulación de grasa en diferentes compartimientos de tejido adiposo se asocia más estrechamente con enfermedad cardiovascular y diabetes o sus antecedentes. La grasa depositada en la región superior del cuerpo (grasa del tronco) y la intraperitoneal (IP; grasa visceral) ha sido fuertemente correlacionada con resistencia a la insulina, factores de riesgo metabólicos y sus consecuencias patológicas. Por otra parte, aún resulta discutible el papel relativo de la grasa visceral y subcutánea (SC) sobre la enfermedad cardiovascular. El contenido y la distribución de la grasa corporal pueden medirse con hidrodensitometría, impedancia bioeléctrica y absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA [dualenergy x-ray absorptiometry]). Esta última mide la grasa corporal total (GCT) y el contenido de grasa corporal inferior, en tronco y brazos. La tomografía computarizada y la resonancia magnética nuclear (RMN) permiten un análisis más detallado de los contenidos relativos de grasa corporal en diferentes compartimientos del abdomen (visceral frente a retroperitoneal).

Los autores realizaron un estudio donde determinaron la cantidad y distribución de la grasa corporal en una muestra considerable, representativa de individuos de ambos sexos, de raza blanca y negra del condado de Dallas (Dallas Heart Study). Los objetivos del estudio fueron examinar si los patrones de distribución de la grasa difieren de acuerdo con la raza y el sexo, si alguno de los subcompartimientos de tejido adiposo contribuye con los factores de riesgo metabólicos más allá de la GCT y si las mediciones simples del contenido de grasa corporal como el IMC, la CC y la relación cintura-cadera se asocian con los factores de riesgo como sucede con las mediciones más precisas de los compartimientos de grasa corporal.

Pacientes y métodos

El presente estudio fue multiétnico e incluyó 6 101 individuos entre 18 y 65 años (54% de raza negra) a quienes se realizaron entrevistas estructuradas y mediciones del peso y de la presión arterial en el hogar. Después de 1 mes se realizó una segunda visita al hogar en 3 398 participantes entre 30 y 65 años (52% de raza negra) para obtener muestras de sangre y de orina. Luego de 3 meses, 2 971 individuos recibieron una tercera visita. Se realizaron mediciones antropométricas y de peso, RMN de abdomen y DEXA. Fueron excluidos los pacientes con diabetes. Finalmente, el estudio incluyó 1 934 participantes del Dallas Heart Study (478 hombres de raza negra, 395 hombres caucásicos, 643 mujeres de raza negra y 418 mujeres caucásicas) a quienes se realizaron DEXA y RMN. Se efectuaron determinaciones séricas en ayunas de lípidos, glucosa, insulina y proteína C reactiva (PCR). La sensibilidad a la insulina fue estimada mediante el modelo computarizado HOMA2. Los valores de HOMA > 1.63 fueron definidos como anormales.

Resultados

Los patrones de grasa corporal difirieron en cierta medida de acuerdo con la raza y el sexo. Aunque el IMC fue similar en hombres de raza blanca y negra, la media de la CC de los primeros resultó significativamente mayor que la de los hombres de raza negra y que la de las mujeres caucásicas. Las participantes de raza negra presentaron mayores valores promedio de IMC y CC que las mujeres caucásicas, con una diferencia significativa, pero la media de la CC de las primeras no fue sustancialmente distinta de la de los hombres de raza negra.

La masa grasa total (kg) y el porcentaje de GCT medidos por DEXA fueron mayores en todas las mujeres que en los hombres. El porcentaje de GCT fue similar en ambos grupos de mujeres, de manera que las diferencias en el IMC no pudieron explicarse por las discrepancias en el porcentaje de grasa corporal. Este porcentaje fue significativamente mayor en hombres de raza blanca frente a individuos de raza negra.

La distribución de grasa entre tronco y parte inferior del cuerpo difirió entre los sexos de ambos grupos étnicos. La masa grasa del tronco en mujeres de raza negra y de raza blanca fue significativamente mayor en comparación con los hombres de ambos grupos. La grasa corporal inferior en mujeres fue el doble que en los hombres.

Los resultados de la RMN mostraron que en todos los grupos la mayor fracción de grasa abdominal se localizó en el compartimiento SC. En valores absolutos, las mujeres mostraron mayor grasa abdominal que los hombres debido a una mayor proporción y cantidad de grasa corporal localizada en el compartimiento SC. Los valores promedio de masa grasa SC en hombres de raza negra fueron de 3.4 kg, en varones caucásicos, de 3.7 kg; en mujeres negras, 6.1 kg y en mujeres de raza blanca, 4.8 kg (para hombres frente a mujeres, p < 0.0001 por ANOVA).

Las cantidades de grasa IP fueron levemente superiores en hombres que en mujeres: en hombres negros, 1.3 kg; en varones caucásicos, 1.7 kg; en pacientes negras, 1.1 kg y en mujeres de raza blanca, 1.1 kg (para hombres frente a mujeres, p < 0.0001). La relación grasa abdominal SC/IP fue mucho mayor en mujeres que en hombres (para hombres frente a mujeres, p < 0.0001).

El IMC y la CC presentaron una fuerte correlación con el porcentaje de grasa corporal y de grasa de tronco. En hombres, la CC mostró mejor correlación con el porcentaje de GCT que el IMC y lo opuesto se observó en mujeres. En los 4 grupos, la CC presentó una correlación más fuerte con la grasa abdominal -en particular, los compartimientos IP y retroperitoneales- medidos por RMN, frente al IMC.

En los hombres de ambos grupos étnicos, el porcentaje de GCT presentó mayor correlación con el HOMA entre los diferentes factores de riesgo. Lo mismo se observó en las mujeres de los 2 grupos, excepto que la PCR tuvo tan alta correlación como el HOMA. En general, los compartimientos de grasa corporal no presentaron mayor correlación univariada con los factores de riesgo que el porcentaje de grasa corporal, con excepción de la grasa abdominal SC en mujeres de raza negra. Los coeficientes de correlación parciales para subcompartimientos de grasa del tronco mostraron una correlación significativa, aunque modesta, con los factores de riesgo luego del ajuste para el porcentaje de GCT. La grasa IP fue similar a la del tronco respecto de la relación triglicéridos (TG)/colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc [high-density lipoprotein cholesterol]). Por el contrario, la grasa corporal inferior se correlacionó en forma negativa con los factores de riesgo luego del ajuste para el porcentaje de GCT. El IMC y la CC se asociaron con los factores de riesgo, al menos tanto como el porcentaje de GCT.

El análisis de regresión múltiple se realizó para examinar el efecto de la grasa IP. Se evaluaron factores de riesgo metabólico individuales, TG, HDLc, presión arterial sistólica y diastólica, glucosa, insulina, PCR y TG/HDLc. Como resultado, el porcentaje de GCT explicó más la variación de los niveles de insulina que otros factores de riesgo, excepto la PCR en mujeres. Para la concentración de TG, TG/HDLc y presión arterial, el coeficiente de regresión para el porcentaje de grasa IP fue estadísticamente significativo en los modelos 6 a 9 en todos los grupos.

La evaluación del número de factores de riesgo frente a los incrementos de la CC mostró que, en hombres, el número mediano de factores de riesgo no aumentó hasta que la CC excedió 102 cm y en mujeres, los 88 cm.

Discusión

Los resultados mostraron que las mujeres de raza negra presentaron IMC significativamente mayores que las participantes caucásicas, pero los porcentajes de grasa corporal fueron similares. El mayor IMC de las primeras parece depender de diferencias en la masa magra.

El IMC promedio fue similar entre hombres de raza blanca y negra y el porcentaje de GCT fue significativamente mayor en los primeros; por lo tanto, la mayor prevalencia de trastornos metabólicos en la población negra no puede atribuirse al mayor porcentaje de grasa corporal.

En promedio, las mujeres de ambos grupos presentaron mayor masa grasa total y en tronco que los hombres, y aproximadamente el doble de grasa corporal inferior. Estos hallazgos señalan la posibilidad de que las mujeres presenten en general una capacidad superior de depósito de grasa en el tejido adiposo SC con respecto a los hombres.

El porcentaje de GCT mostró una correlación positiva con todos los factores de riesgo evaluados, pero de manera más fuerte con resistencia a la insulina y con los niveles de PCR en mujeres. Menos de un tercio de la variación en los niveles de los factores de riesgo pudieron explicarse por el porcentaje de GCT. Otras influencias deben modificar la gravedad de los factores de riesgo metabólicos aun en presencia de exceso de grasa corporal, como la distribución de la grasa corporal. Luego del ajuste para el porcentaje de GCT, el porcentaje de grasa del tronco mostró correlación parcial con los factores de riesgo.

Respecto de la relación TG/HDLc, la grasa IP presentó mayor asociación que la grasa abdominal SC. Según determinados grupos, la grasa IP secreta sus sustancias directamente en la circulación portal, por lo que puede modificar en forma directa la producción y remoción hepática de las lipoproteínas plasmáticas.

En los modelos de regresión, para TG/HDLc y presión sistólica, el coeficiente de regresión por porcentaje de grasa IP fue estadísticamente significativo para todos los grupos. Esto sugiere que la grasa IP presenta poder predictivo sobre la grasa total y SC del tronco.

El porcentaje de grasa corporal inferior presentó correlación negativa con los factores de riesgo en ambos sexos.

Un hallazgo importante en los hombres señaló que la CC presentó igual, si no mayor, correlación con otros parámetros de grasa corporal como porcentaje de GCT y subcompartimientos de grasa corporal en comparación con el IMC. En los hombres, la CC mostró una fuerte asociación con la grasa del tronco y abdominal total, pero menos que con la grasa IP. Sin embargo, en los hombres, en general la CC fue superior frente al IMC como medida del contenido y la distribución de la grasa corporal.

En las mujeres, el IMC resultó mejor que la CC como indicador de porcentaje de GCT. En general, el IMC no fue mejor predictor de factores de riesgo que la CC, en particular para dislipidemia, en que la CC fue más fuerte. La relación cintura-cadera no resultó un mejor predictor de factores de riesgo que la CC. Para propósitos clínicos, la CC parece ser tan buena como la compartimentalización de la grasa corporal para la evaluación del riesgo metabólico en ambos sexos.

Los resultados respecto de la relación entre número de factores de riesgo metabólicos y CC sustentan los umbrales actualmente recomendados para definir obesidad abdominal, concluyen los expertos.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología - Nutrición

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